martes, 27 de diciembre de 2011

¿Como zorro en gallinero? Euroargentino Rajoy dignifica Eduardo de la Serna

Estúpidos... 

Eduardo de la Serna

 

Mirando la actual situación de Europa, no es difícil -y se lo ha hecho profusamente- comparar con la Argentina 2000-2001. El tandem Menem-De la Rúa, ¿cuántos economistas puso en áreas clave además del propio ministerio? Cavallo fue ministro de Relaciones Exteriores, López Murphy de Defensa, para citar casos testigo. Pareciera que aquello de "es la economía, estúpido", había calado fuerte en estas tierras. Todo el poder a los economistas, era la consigna. Claro: era a "esos" economistas, por cierto. Y así nos empezó a ir, cada vez más acelradamente. Hasta que chocamos de frente con la realidad.

¿Qué pasa hoy en Europa? Un economista a cargo del Gobierno de Grecia, ex-vicepresidente del Banco Europeo; un economista a cargo de Italia, éste un tecnócrata "de libro"; y lo más pintoresco acaba de ocurrir en España, donde el neo-Jefe de Gobierno, Rajoy, acaba de poner como ministro de Economía a un ex-gerente de Lehman Brothers. ¿Como? ¿No era que esta crisis empezó, precisamente, con estos hermanos de la Lehman? ¿Será homeopático Rajoy, que cree que te cura lo mismo que te enferma ("simil, similibus curantur", al decir de Hanemann). No pareciera, porque de ser así las dilusiones deberían ser microscópicas. O quizás sea torpeza. Pero ¿la vieja Europa puede ser tan torpe? Es cierto que "el mamut no trota", como dice un amigo sobre la Iglesia, pero al menos se esperaría sabiduría. También es cierto que nada que venga del "Sur" puede ser útil para aprender, así que la experiencia Argentina no ha de servirles, pero reconozcamos que al menos a nosotros  nos llama la atención al momento de encontrar soluciones a la crisis. Poner a "esos" economistas sería tan torpe como poner como CEO de un grupo periodístico un contador y no un periodista para que lo dirija. Ese tal personaje de ficción sólo miraría los negocios, no el buen periodismo. Pero no es posible que eso ocurra, como tampoco sería imaginable que si ese tal contador mostrara que ha perdido el buen olfato y los negocios fueran cada vez peor, y perdiera en las muchas últimas "batallas" que enfrentara, los accionistas lo confirmarían en su cargo, en lugar de ubicar allí a alguien que sepa de prensa y periodismo. Pero no es probable que esto ocurra. Sin embargo, mirando la crisis europea, no podemos menos que sorprendernos. Y admirar la (in)capacidad que tienen "esos" economistas en mirar la realidad como si fueran números, y las personas, simplemente, como "daños colaterales". Menos mal que -para recordarnos que eso siempre es posible, también acá, de repetirse- tenemos al vetador serial de la Ciudad de Buenos Aires. Al menos nosotros tenemos la posibilidad de aprender, aunque los porteños elijan auto-inmolarse para que aprendamos.