viernes, 10 de febrero de 2012

Revolución Cubana y la anterior era trágica de Batista a62

Para: capac.periodistasamigosdecuba@gmail.com

 

 

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16-01-2012

 

¿Por qué la Revolución Cubana?

 

La pupila insomne 

Hace unos días llegó a mis manos el  libro ¿Por qué la Revolución Cubana?, publicado por la Editorial Capitán San Luis, que todos deberíamos leer, para nunca olvidar.

Como se dice en la presentación del texto, “en los años 50, Cuba era mucho más que La Habana, con su intensa vida nocturna, sus cabarets, sus lujosos hoteles, los Fords y Chevrolets del año y las visitas de refulgentes estrellas, Sarita Montiel, Nat King Cole.

“Existía otra Habana, que sí era Cuba, esa que se muestra en las páginas de este libro, con profusa documentación de esa propia época, encuestas de instituciones privadas, artículos de prensa y un prolífero testimonio fotográfico de los que a diario se lanzaban por los campos y ciudades en busca de la noticia y de la denuncia de un capitalismo despiadado, dependiente y subdesarrollado, plagado de desigualdades sociales, desempleo en gran escala, analfabetismo, miseria apabullante y vergonzante, aquí y allá. Corrupción y represión”.

A continuación, algunos datos que aparecen en el libro y confirman que durante la dictadura de Fulgencio Batista, Cuba vivió un clima de terror, miseria, explotación y corrupción como nunca antes en su historia republicana.

        • Doscientas mil familias campesinas que no tienían una vara de tierra donde sembrar unas viandas para sus hambrientos hijos.
        • El 14% de los obreros agrícolas del país padecía o había padecido de tuberculosis, el 13% había pasado la tifoidea y el 36% se confesaba parasitado.
        • El noventa por ciento de los niños del campo estaba devorado por parásitos que se les filtraban desde la tierra por las uñas de los pies descalzos.
        • El ochenta y cinco por ciento de los pequeños agricultores cubanos  pagaban renta y vivían bajo la perenne amenaza de despojo de sus parcelas.
      • Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas estaban en manos extranjeras.
      • La capital del país, con el 22% de la población, disponía del 65% de los médicos y 62% de las camas hospitalarias.
      • La mortalidad infantil superaba los sesenta fallecidos por cada mil nacidos vivos.
      • La esperanza de vida al nacer apenas llegaba a los 58 años.
      • Solamente había entonces un hospital rural con apenas 10 camas y sin médico alguno.
      • El hospital de dementes de Cuba tenía entonces 2 000 camas, para más de 6 500 pacientes, la mayoría sin identidad personal, desnudos, con insuficiente o ningún tratamiento.
      • Unas 700 000 personas estaban desempleadas y subempleadas: de ellas el 45% correspondía al área rural.
      • Cuatrocientos mil obreros industriales y braceros tenían sus retiros desfalcados.
      • En el juego de la charada, la bolita y la lotería se empleaban unos 100 millones de pesos, uno de los per cápita más altos del mundo. Se conocía que desde el Palacio presidencial se enviaban recaudadores que pasaban por las oficinas de los casinos y recogían grandes sumas de dinero.
      • El cuadro era desolador: asesinatos, cabezas rotas, brazos fracturados, camisas manchadas de sangre. La jauría batistiana trataba de ocultar su cobardía con crueldad. Las cárceles y estaciones de policía utilizaban nuevos y más refinados instrumentos de torturas.
      • El 23,6% de la población mayor de 10 años era analfabeta. El 45% de los niños de 6 a 14 años no asistía a las escuelas. Paradójicamente, había más de diez mil maestros desempleados.
      • El treinta por ciento de los campesinos no sabían firmar, y el noventa y nueve por ciento no sabían Historia de Cuba.
      • No existía un sistema de asistencia social.
      • Durante sus casi siete años de tiránico mandato, el régimen de Batista llegó a manipular más de tres mil millones de pesos obtenidos por la vía de las recaudaciones y las emisiones de valores públicos.
      • Fulgencio Batista disponía de una tupida telaraña de testaferros, intermediarios, cómplices, socios y abogados, para enmascarar sus intereses en unas 70 empresas.
      • El gobierno norteamericano nunca disimuló su respaldo al régimen de Batista. Se abroqueló en un oportuno neutralismo cuantas veces se invocaba la constante violación de los derechos humanos por el dictador y su pandilla, y realizó importantes entregas de armas a la dictadura.

Fuente:http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/01/15/por-que-la-revolucion-cubana/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.