Recuerdan a Miguel Hernández
Con EL SONIDO DEL VALIENTE
"Yo trato que de mí queden una memoria de sol
y un sonido de valiente" Miguel Hernández
Por Adys M. Cupull y Froilán González Mayo 16 de 2010
Antonio Gimeno y Francisco Barrera dos madrileños del Distrito de Salamanca, han propiciado un encuentro sobre la obra de Miguel Hernández. Fue una tarde en que reunidos con una representación de intelectuales cubanos y españoles que nos visitaron en este mes de mayo comentaron sobre el Centenario del nacimiento del poeta, de sus obras, de su vida, su nacimiento en Orihuela, allá en la provincia de Alicante, el 30 de octubre de 1910.
Hablamos de su Elegía Segunda, dedicada a Pablo de la Torriente, (comisario político), el poema a La Pasionaria, el Canto a la Independencia. la Canción del Esposo Soldado, Viento del pueblo, y el poema a Rosario, dinamitera, entre otros..
¿Qué cómo era Miguel? Lo describieron sus amigos, según contó el escritor paraguayo Elvio Romero, en la biografía dedicada a Hernández, dice que sus ojos eran como dos fuentes azules, ¡grandes!, sobre una frente orgullosa, protestativa. Que su sonrisa era ancha, ·"dejando ver el maizal blanco de su dentadura perfecta y maciza". 1
Juan Marinello escribió sobre él: "Conocí a MIguel en lo más duro de la guerra española y la coyuntura agravaba su condición de campesino andador. A trances violentos, iba de la peña literaria a la trinchera encendida, de la cabecera del herido al mitin popular. La guerra había subliminado la porción dinámica y activa de su persona".2
Del asesinato de Federico García Lorca, Miguel afirmó: "Desde las ruinas de sus huesos me empuja el crimen con él cometido por los que no han sido ni serán pueblo jamás, y es su sangre el llamamiento más imperioso y emocionante que siente y que me arrastra hacia la guerra".3 (sic)
Se había incorporado al Quinto Regimiento, vió caer a su lado a otro querido compañero, era el cubano Pablo de la Torriente Brau, a quien
dedicó la Elegía Segunda , en la cual el poeta nos conduce por la vivencia del cubano que llegó a España para ofrendar su vida, Miguel hace que lo sintamos allí, que lo veamos junto a los soldados, capitanes, comisarios y el comandante, que no lloraron, y si lo harían, sería con lágrimas de hierro, dijo. Al leer el poema, lo vimos junto a Pablo quitándole pedazos de metrallas y poniéndole trofeos funerarios.
Y a los hombres de su Brigada, los describe con los fusiles furiosos, las botas iracundas y las manos crispadas pasando ante el cubano generoso, así lo llama.
En 1937, Miguel participó en el Primer Congreso Internacional Antifascista de Escritores que se celebró en Valencia, ese año se publicó en Madrid, su obra, Viento del pueblo. y la Sección Valenciana de la Alianza de Intelectuales organizó un acto en su honor, fue en el Ateneo donde se le proclamó El Primer Poeta de la Guerra.
En la recordación de este día de mayo, a Miguel Hernández, dedicamos a los presentes, especialmente a Antonio, Francisco y Sagrario Losada, el fragmento de su poema titulado:
"Llamo a la Juventud"
Autor: Miguel Hernández
Los quince y los dieciocho,
los dieciocho y los veinte...
Me voy a cumplir los años
al fuego que me requiere,
y si resuena mi hora
antes de los doce meses,
los cumpliré bajo tierra.
Yo trato que de mí queden
una memoria de sol
y un sonido de valiente.4
El encuentro fue acto hermoso, siguieron otros poemas en la voz de la locutora de la Televisión Cubana Teresita Segarra, quien complaciendo la petición de Antonio declamó Nanas de la Cebolla, un poema que Miguel dedicó a su hijo, cuando recibió una carta de su esposa Josefina, en la cual contaba que sólo comían pan y cebolla. y que algunos de los presentes escucharon por primera vez.
Está compuesto de doce estrofas, con siete versos cada una.
Nanas de la Cebolla
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resulta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo,
ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea. 5
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño;
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido,
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Fronteras de los besos
será mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
Los biógrafos de Miguel Hernández escribieron acerca de su niñez en el campo, su pasión por la lectura, su estancia en Madrid, su amor y boda con la joven Josefina Manresa , el nacimiento y muerte de su primer hijo, su encuentro con diferentes poetas y escritores de España y del mundo. Su participación en la Guerra Civil Española, en defensa de la República, combates persecuciones, el nacimiento de su segundo hijo.
Miguel Hernández pasó sus últimos años, de prisión en prisión y de celda en celda, después de ser trasladado a Madrid y condenado a muerte, se le conmutó la pena a treinta años de encierro, muere enfermo, el 28 de marzo de 1942.
Pidió a sus amigos que lo despidieran del sol y de los trigos.
Notas:
1.Literatura Española, El autor y su obra, Editorial Pueblo y Educación.P299
2. idem p.299
3. Idem P. 298
4.. Idem P 315
5. Idem p. 330