miércoles, 29 de septiembre de 2010

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR MITOS Y REALIDADES- ARGENTNA

 

 

 

 

 

¿Cuántas veces habremos oído "si le pegan es que algo habrá hecho"?, ¿Cuántas mujeres piensan que los insultos continuos que les dedican sus maridos no son violencia intrafamiliar?. Éstos son algunos de los mitos que hay que desterrar

MITO: Si la mujer es golpeada es porque se deja, si realmente quisiera, podría dejar a su abusador.

REALIDAD: Generalmente cuando una mujer trata de defenderse, es golpeada con mayor fuerza, a nadie le gusta ser amenazada o golpeada, existen razones sociales, culturales, religiosas, económicas que mantienen a las mujeres dentro de la relación. El miedo es otra de las razones que las hace permanecer en sus hogares. Los peores episodios de violencia suceden cuando intentan abandonar a su pareja. Los golpeadores tratan de evitar que las mujeres se vayan a través de amenazas de lastimarlas o de lastimar a sus hijos o a ellos mismos. También influyen las actitudes sociales, tales como la creencia de que el éxito del matrimonio es responsabilidad de la mujer y que las mujeres dañan a sus hijos si los privan de su padre, sin importar cómo actúe él.

MITO: La violencia intrafamiliar es provocada por el alcohol y las drogas.

REALIDAD: El alcohol y las drogas son factores de riesgo, ya que reducen los umbrales de inhibición. La combinación de modos violentos para la resolución de conflictos con adicciones o alcoholismo suele aumentar el grado de violencia y su frecuencia pero muchos golpeadores no abusan ni de las drogas ni del alcohol y muchos abusadores de drogas o alcohol no son violentos.   Son dos problemas separados que deben ser tratados por separado.

MITO: Si se porta mal merece ser golpeada.

REALIDAD: Nadie merece ser golpeado no importa qué haya hecho.  Los golpeadores comúnmente culpan de su comportamiento a frustraciones menores, al abuso de alcohol o drogas o a lo que su pareja pudo haber dicho o hecho.  La violencia, sin embargo, es su propia elección. La violencia intrafamiliar no puede ni debe estar justificada en ningún caso, cualquiera que sean las circunstancias. El maltratador siempre será un agresor y la persona maltratada su víctima.

MITO:  La violencia intrafamiliar solo concierne a la familia.

REALIDAD: La violencia intrafamiliar es un problema de todos.  Todos debemos proponernos detenerla.  El agresor, no por ser parte de la familia tiene derecho a agredir y dañar, esto está mal y es ilegal, las víctimas deben tener y sentir el apoyo social para que de esta manera pierdan el miedo y se decidan a denunciar.

MITO: La violencia intrafamiliar es un problema de familias pobres y sin educación.

REALIDAD: La violencia intrafamiliar se produce en todas las clases sociales, sin distinción de factores sociales, raciales, económicos, educativos o religiosos. Las mujeres maltratadas de menores recursos económicos son más visibles debido a que buscan ayuda en las entidades estatales y figuran en las estadísticas. Suelen tener menores inhibiciones para hablar de este problema, al que muchas veces consideran "normal". Las mujeres con mayores recursos buscan apoyo en el ámbito privado, cuanto mayor es el nivel social y educativo de la víctima, sus dificultades para develar el problema son mayores. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la carencia de recursos económicos y educativos son un factor de riesgo, ya que implican un mayor aislamiento social.

Infórmate Amiga! Recuerda que la mejor arma de los agresores es nuestra ignorancia...

Con el amable permiso y colaboración de :

Hermann Mondaca Raiteri
Director
Grupo Proceso
Chile

 

Serie de Violencia Intrafamilar

Grupo de autoayuda para mujeres que aman demasiado
On line

Argentina, Ciudad de Buenos Aires:

CIM (Centro integral de la mujer)

Dirección General de la Mujer
Carlos Pellegrini 211,
7º piso.
Te. 4393-6466/62. 
Contacto

Línea gratuita
0800 - 666 - 8537

O

137

(LÍNEA GRATUITA)

las 24 hs. todos los días del año inclusive feriados

sábados y domingos

 

Denuncias Violencia Familiar. Poder Judicial de la Nación

OVD

Servicio : Denuncia en caso de violencia familia.

las 24 hs. todos los días del año incluye feriados, sábados y domingos


Dirección: Lavalle 1250  Cap. Fed.
 

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, aprobada en 1994 en Belém do Pará, Brasil, y antecedente directo de la Ley 26.484, aprobada por el Congreso en 2009 y recientemente reglamentada por el Poder Ejecutivo, señala que por violencia contra la mujer debe entenderse "cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado".

Tema tabú, vergonzante para quienes la padecen y casi ausente en el debate público, este tipo de violencia que sufren las mujeres en el 80% de los casos denunciados es una problemática muy arraigada en el país y de la que el Estado recién ahora comienza a ocuparse gracias al impulso de la Corte a la atención de las víctimas 

 

En el pasado, las Juanas deambulaban por comisarías y oficinas públicas donde las miraban mal; hospitales y consultorios médicos repletos, donde les daban turnos para meses más tarde, y juzgados y fiscalías donde las felicitaban por su coraje pero les explicaban que, aunque era su derecho no ser golpeadas por su pareja, no alcanzaban los recursos estatales para darles protección. 
No es que ahora estos recursos sean suficientes ni mucho menos, pero parece haber, desde el Estado, una primera reacción efectiva: el impulso que las dos ministras de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay, dieron y dan a la atención de esta problemática hace que ya casi nadie pueda hacerse el distraído cuando una víctima de violencia de género supera la sumisión y se atreve a denunciar a quien la somete.


¿Será que se puede? ¿Será que cuando la decisión política se combina con capacidad técnica y presupuesto el Estado funciona? La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte cumplió dos años de funcionamiento esta semana y es un ejemplo de ello, coinciden cuatro feministas que pocas veces se muestran tan de acuerdo: la socióloga Beatriz Kohen, la médica Mabel Bianco, la abogada Natalia Gherardi y la periodista especializada en comunicación y género, Sandra Chaher.

 

Algunos resultados son interesantes y vale la pena destacarlos, por más que se esté observando apenas la punta del iceberg de una problemática tan arraigada y tan vergonzante para las víctimas que el silencio es lo que gana la gran mayoría de las veces: desde que abrió, la OVD recibió el caso de Juana y otros 12.583, que afectan a 16.603 víctimas, el 80% de las cuales son mujeres. Los niños ascienden al 68% entre el 20% de los hombres afectados. 
Como la violencia doméstica es un fenómeno complejo, que excede con creces el aspecto jurídico, las víctimas reciben allí asesoramiento integral por parte de un equipo de expertos conformado por abogados, psicólogos, sociólogos, médicos y asistentes sociales.


Además de remitir la gran mayoría de los casos al fuero civil y siete de cada 10 también al fuero penal, algunos son derivados a centros de salud o a organizaciones de la sociedad civil que trabajan esta problemática. Si es necesario, allí mismo les dan a las víctimas asesoramiento o patrocinio jurídico gratuito por parte de abogados de la Defensoría General de la Nación, que comanda Stella Maris Martínez, y les realizan los estudios necesarios para los informes médicos y de riesgo que los jueces requieren luego para disponer medidas como la expulsión del hogar del agresor.

 

El total de personas denunciadas en los últimos 24 meses en la OVD por ejercer en la ciudad de Buenos Aires algún tipo de violencia en su hogar asciende a 12.762, de las cuales los varones son el 86%. Los casos provienen de todos los barrios e involucran tanto a ricos como a pobres: los barrios que encabezan la lista de denuncias son Flores, Lugano, Barracas, Caballito y Palermo. 


 

Y respecto del tipo de violencia que se registra en los casos ingresados en la OVD, la mayor cantidad corresponde a violencia psicológica (90%), seguida por la violencia física (67%), la económica (30%) y la sexual (12%). Un mismo caso puede registrar diferentes clases de violencia. El de Juana, por ejemplo, incluía a todos, según constancias judiciales. 

Dos frentes
...En este sentido, la creación y puesta en funcionamiento de la OVD constituyó en la Argentina el primer paso de una política efectiva a favor de la eliminación de la violencia contra las mujeres y el reconocimiento de sus derechos, una iniciativa que lideran las ministras del máximo tribunal: Highton de Nolasco supervisa la OVD y Argibay es el alma máter de la Oficina de la Mujer, que funciona desde el año pasado. 
Las dos juezas realizan un trabajo complementario. Highton de Nolasco se focaliza en mejorar el acceso a justicia de las víctimas y Argibay en sensibilizar a los jueces, fiscales, defensores y operadores judiciales para que resuelvan los conflictos que llegan a sus manos teniendo en cuenta la perspectiva de género. Podría decirse que la primera promueve que más víctimas como Juana conozcan sus derechos y lleguen al Estado para pedir auxilio, y la otra se empeña en que el sistema judicial las reciba y no las discrimine ni expulse. 
Con un equipo de 72 personas cuando comenzó su trabajo y 85 en la actualidad, la OVD logró que decisiones judiciales que antes tardaban en promedio entre tres y cuatro meses en la Justicia civil ahora se resuelvan en 72 horas, algo esencial en los casos en que víctimas y victimarios deben ser separados lo antes posible.

Consiguió, además, que los máximos tribunales de Justicia de todas las provincias argentinas firmaran convenios que los comprometen a capacitarse y a adoptar un sistema similar de atención y recolección de datos. Tucumán y Santiago del Estero ya tienen sus oficinas abiertas. Y, como si fuera poco, la OVD generó las únicas estadísticas oficiales que existen en el país sobre violencia doméstica, algo que tanto militantes feministas como funcionarias consideran esencial para que se diseñen buenas políticas públicas. 
Chaher, presidenta de la Asociación Civil Artemisa comunicación, pondera esta iniciativa de la Corte pero se queja de la ausencia del resto del Estado. Explica que, ante la falta de datos oficiales, tres organizaciones no gubernamentales difunden actualmente un monitoreo de feminicidios a partir de las noticias publicadas en medios de prensa. "No corresponde que las organizaciones de la sociedad civil ni los periodistas estemos haciendo este trabajo, pero como los medios trabajamos con datos y este es un dato terrible pero ausente, vinculado con los derechos humanos de las mujeres, comenzamos a hacerlo. En este aspecto, el aporte de la OVD nos parece central
"...

12.584 denuncias que involucran a 16.603 afectados recibió la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema entre el 15/09/08 y el 31/08/10. 

80% son mujeres Del total de las afectadas, casi el 50% oscila entre los 22 y los 40 años, y un 19% son niñas. En tanto, de un total de 20% de varones afectados, el 68% son niños. 

85% de las denuncias 
refieren que la relación que une a la persona afectada con la denunciada es de pareja (parejas, ex parejas, concubinos, cónyuges y novios). 

Extractado de: © LA NACION

http://ceprofa.blog.arnet.com.ar/archive/2010/09/20/violencia-domestica-del-silencio-a-la-denuncia.html

Oficina de Violencia Doméstica

La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), inaugurada por la Corte Suprema de Justicia en septiembre de 2008, recibió hasta agosto pasado un total de 12.584 casos. Está ubicada en Lavalle 1250 de la Ciudad de Buenos Aires, atiende todo el año, durante las 24 horas. Ahora, las medidas cautelares se toman a las 48 ó 72 horas de la denuncia, cuando antes de su creación demoraba entre 3 y 4 meses.

De esta forma, la OVD permite acelerar la posibilidad de dictar la exclusión del hogar del denunciado, así como también la prohibición de acercamiento y contacto. Cada juzgado dispone la medida y la hace efectiva con las comisarías con jurisdicción en cada domicilio.