martes, 11 de octubre de 2011

Pedernera as del futbol Alberto Granado petizo amigo del Che Guevara ajedrecista y arquero

De: UNI Melaneo Maden Betancourt [mailto:cceac@cubaniquel.moa.minbas.cu]

M. Sc. Melaneo Maden Betancourt

          Coordinador y relaciones

          comunitarias del Centro Cultural de

          Educación Ambiental Comunitario de CUBANIQUEL.

          Carretera Moa-Sagua, Km. 1 1/2, Moa, Holguín, Cuba, TEL. (53) (024) 60 2156, 60 8283 Fax. (53)(024) 60 2201

 

'' Mi oficio es contar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande''.

 

                                                                                                                                       José Martí Pérez.


De: ECG Bertha Fuentes Breff
Enviado el: Martes, 11 de Octubre de 2011

ERNESTO CHE GUEVARA Y EL DEPORTE

Esta sección quiere brindarle a usted visitante, una reseña de elementos que vinculan a la internacional figura de Ernesto " CHE" Guevara con la práctica deportiva a través de su fecunda vida. Es importante, para cualquier ser de este planeta, conocer la vida de tan magnífico hombre, quien fuese admirado en cada rincón de este planeta por todas aquellas personas que tienen un poco de sentido común. Para lo que los conocieron y lo quieren, a pesar de ser de otras generaciones y no haber tenido ese privilegio, es nuestro querido "CHE"; para quienes lo odian por lo que representó, o para quienes no les interesa un ápice paz sobre y de justicia sobre la tierra, es tan sólo, Ernesto Guevara de la Serna

Indice

ELEMENTOS DEPORTIVOS DE SU BIOGRAFÍA...
POEMA "HOMBRES COMO USTED". AUTORA: BEATRIZ MARTÍN CAMPOS...
GALERÍA DE FOTOS DEPORTIVAS...
EPISTOLARIO. FRAGMENTOS DE CARTA DIRIGIDA A SU MADRE DESDE BOGOTÁ EL 6 DE JULIO DE 1952...
CHE Y SU PASIÓN POR EL AJEDREZ...
GALERÍA DE FOTOS DE AJEDREZ...
VIDEO DE AJEDREZ...

ELEMENTOS DEPORTIVOS DE SU BIOGRAFÍA  

El Che desde edades muy tempranas se destacó en la práctica de algunos deportes, aprendió a jugar ajedrez a los 11 años, pero su preferencia sin lugar a dudas era por el fútbol. Estando en la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, donde se inscribió en 1947, nadaba y jugaba golf. Practica Fútbol Rugby en el club San Isidro llega a participar en "matches" de primera división.

En 1950 obtiene para su bicicleta un motorcito a explosión mediante convenio de publicidad con los fabricantes, y recorre doce provincias. A su regreso, en febrero, certifica en una carta el buen funcionamiento del motor y aparece retratado con su bicicleta en un aviso de la revista "El gráfico".

Después del Triunfo de la Revolución fue aficionado a la práctica de algunos deportes como el golf, el tiro deportivo, la pesca deportiva, el beisbol donde perteneció al equipo de Los Barbudos en el cual también se encontraban Fidel, Raúl, Camilo y otros dirigentes de la revolución. Su máxima expresión como deportista fue todo el desarrollo alcanzado por el ajedrez tanto competitivo como su masificación gracias a la obra, divulgación y ejemplo que siempre mostró el Che como participante en muchos eventos del deporte ciencia.

HOMBRES COMO USTED  

A Usted,
Comandante Ernesto "CHE" Guevara
que supo ser faro y guía de nuestros corazones.
Al enamorado y promotor de nuestro Ajedrez.
Hombres como Usted,
perduran a través del tiempo en el firmamento de los vivos.
Pues hombres como Usted,
encienden nuestras esperanzas en el ocaso de nuestros días.
Con hombres como Usted,
soñamos en el ALBA de nuestra juventud.
Porque hombres como Usted,
no mueren,
sino siguen en la lucha cotidiana de los pueblos.
Al "Hombre del siglo XXI",
médico, guerrillero, economista, constructor, comunista,
al amigo, a quien admiro y amo, va dedicado mi esfuerzo
y le confieso:
"Quiero ser como Usted"

GALERÍA DE FOTOS DEPORTIVAS  

EPISTOLARIO. FRAGMENTO DE CARTA DIRIGIDA A SU MADRE.  

..."En Leticia en principio nos trataron bien, nos alojaron en la policía con casa y comida, etc., pero en cuanto a cuestiones de pasaje no pudimos obtener nada más que un 50% de rebaja por lo que hubo que desembolsar ciento treinta pesos colombianos mas quince por exceso de equipaje, en total mil quinientos de los nuestros. Lo que salvó la situación fue que nos contrataron como entrenadores de un equipo de fútbol mientras esperábamos avión que es quincenal. Al principio pensábamos entrenar para no hacer papelones, pero como eran muy malos nos decidimos también a jugar, con el brillante resultado de que el equipo considerado más débil llegó al campeonato relámpago organizado, fue finalista y perdió el desempate con penales. Alberto estaba inspirado con su figura parecida en cierto modo a Pedernera y sus pases milimétricos, se ganó el apodo de Pedernerita, precisamente, y yo me atajé un penal que va a quedar para la historia de Leticia."....

CHE Y SU PASIÓN POR EL AJEDREZ.  

El amor del Che por el ajedrez le surge desde el mismo momento en que aprende a jugar. En cada momento de su vida no se desprendía de, de vez en cuando, jugar una partidita. Le sirvió mucho para desarrollar habilidades en su guerra de guerrilla y, gracias a esto, fue reconocido mundialmente como un gran estratega militar.

Durante el período de preparación que tuvieron los expedicionarios en México, el Che aprovechaba en las noches, después de las largas caminatas de preparación, para jugar ajedrez con Alberto Bayo, quien mediante de un artículo publicado el 22 de noviembre de 1966, en el periódico El Mundo de La Habana, da fe de ello.

"Recordando al Che" En mi casa del Hospital Militar donde me encuentro curándome de una dolencia, leí con avidez el desarrollo y desenvolvimiento de la XVII Olimpiada Mundial que se celebró en La Habana y no puedo por menos en pensar en la inmensa satisfacción que hubiera tenido nuestro inolvidable comandante Che de poder presenciar en los salones donde se verificaron los encuentros, las incidencias en los combates ajedrecísticos de los mejores jugadores del mundo. El Che es un fanático de la Guerra de las sesenta y cuatro casillas y yo también le acompaño en esa noble afición y cuando nos reunimos en el pueblo de El Chalco, en México, cuando iniciamos el entrenamiento de los heroicos defensores de la libertad que allí se congregaron para practicarse en su entrenamiento bélico, el che y yo nos dimos a conocer mutuamente en nuestra afición y con un tablero y sus piezas que allí teníamos, comenzamos en los momentos sin actividad, nuestros duelos diarios. Después de la cena, el Che, jefe del campamento, daba un parte militar sobre las novedades e incidencias del día y yo siempre le ayudaba en la confección de los mencionados escritos, primero porque me daba pena que después de aquellas fenomenales marchas, tenía que dedicarse a hacer largos y minuciosos partes, lo que le quitaba minutos de descanso, segundo porque después de terminar esa obligación militar, entrábamos los dos en disputa ajedrecística, lo que distraía extraordinariamente. No teníamos electricidad en la finca que el mexicano Rivera nos alquiló, por lo que cuando la noche tendía sus negros mantos sobre el monte donde nos encontrábamos, teníamos que valernos de velas con las que nos dábamos un poco de claridad en aquellos cuartos. La corriente de aire que abanicaba constantemente el tablero donde desarrollábamos nuestras tácticas, hacía bailar la débil llama que nos alumbraba una pequeña parte de la mesa, cuya sombra, balanceándose inquieta y caprichosa sobre el cartón nos hacía confundir con gran facilidad un peón con un alfil.
¡Eso no vale! exclamaba uno de nosotros, ¡esa pieza no es un alfil, es un peón que la sombra lo alargó!, y entre aquellas dificultades, poniendo en juego nuestro amor propio, pasábamos las horas rápidas, aunque recuerdo que siempre solos, pues entre aquellos heroicos muchachos no había otros que entendiera o le gustara el ajedrez, salvo los compañeros Guillén Zeluya Y Francisco Chicola que algunas veces presenciaba los juegos.
Jugábamos siempre "a cara de perro", es decir con la rigidez de reglamento, y por tanto no había perdón para el que cogiendo un peón y moviéndolo como un alfil, lo hiciera patinar veloz sobre muchas casillas para amenazar al rey con un jaque. Era yo siempre el que tenía que poner el punto final al juego, pues me daba pena y remordimiento ver que el Che, aspirando su pipa contra el asma, había pasado dos o tres horas jugando conmigo, después de marchar 14 ó 15 kilómetros en sus largos recorridos de preparación de guerra. Los ajedrecistas formamos una gran familia internacional que nos liga y une con verdaderos lazos de simpatía y amistad. Muchos puntos de contacto tenemos el Che y yo para ser amigos fraternales, ya que ambos pertenecemos al gran ejercito idealista que pulula en todos los meridianos y paralelos de la tierra. Cuando no jugábamos y teníamos ocasión de dar rienda suelta a lo que entonces muchos llamaban loca fantasía, íbamos en los briosos corceles de nuestra imaginación con afán de iconoclastas, derrumbando dictadores, liquidando regímenes reaccionarios y enarbolando la bandera de la libertad, tinta en sangre, por cien campos de lucha diferentes. Una vez en la victoria, el Che despertó el interés en el juego ciencia dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Muchos compañeros que visten de verde olivo, que trabajaron junto a él o que formaron parte de su columna, se contagiaron de su afición, y estos ajedrecistas fueron propagando por doquier el juego ciencia que despierta y estimula la inteligencia, acucia el afán de estudio y la observación, hace más guerrillero al soldado, precavido, escamado y observador en la guerra, lo que es de extraordinario valor militar en el combate. En la Escuela Militar alemana durante la Primera Guerra Mundial y antes en la preparación militar de los oficiales que tomaron parte de ella, además de los estudios para graduarse de oficial, era condición indispensable y "sine qua non", saber jugar al ajedrez. Eso lo conocía perfectamente el Che, de eso hablábamos varias veces y él se preocupó de que en el Ejército Rebelde se propagara lo más posible el juego ciencia. Ahora, pues al ver esta magnífica Olimpiada ajedrecística que ha cubierto de gloria a nuestra amada patria y la ha realizado antes el mundo culto a altos planos, gracias a la afición que ha demostrado el cubano y al desarrollo que ha obtenido nuestro pueblo el deporte de Capablanca, creo que es un deber nuestro, dedicar un recuerdo al comandante Che, de gloriosa memoria, que hoy dedicó su vida y sus esfuerzos a la lucha por la libertad en otros meridianos y paralelos de la tierra.

Durante la etapa de lucha en la Sierra Maestra, el Che llevaba consigo en la mochila un juego de ajedrez, pero tenía muy pocos contrincantes pues apenas alguno que otro sabía jugarlo. Con el triunfo revolucionario la cosa cambió.

El I Torneo Nacional de ajedrez fue inaugurado simbólicamente en la Ciudad Deportiva el martes 6 de junio de 1961 hablando por línea telefónica desde Santiago de Cuba, realizó la primera jugada del torneo dejando inaugurado oficialmente el director general del INDER, el compañero José Llanusa Gobel, recibió la jugada inicial el comandante Ernesto Guevara (Ministro de Industrias).

En Abril de 1962, por idea del Che, se juega el I Capablanca In Memoriam, donde resultara vencedor el GM argentino Miguel Najdorf, quien juega una sesión de partidas simultáneas a la ciega en la que interviene el Che en el tercer tablero por ese orden y don finaliza la partida en tablas.

El Che planteó al primer comisionado José Luis Barreras: "... es necesario masificar el ajedrez...". Y posteriormente vaticinó que: "Cuba tendrá Grandes Maestros y eso será también obra de la Revolución".

En el libro publicado en octubre de 1968, titulado "Che una vida y un ejemplo", existe en el Anecdotario un espacio dedicado al ajedrez, el cual le reproducimos a continuación.

También ajedrez

"El Che es un apasionado del ajedrez"- dice Eleazar Jiménez, Maestro Internacional y campeón de Cuba (1968). La popularidad que este deporte ha ganado entre nosotros, se debe en mucho a sus esfuerzos por llevar al pueblo lo que antes era una actividad de minorías.

Periódico "El MUNDO", 25 de agosto de 1963: "El comandante Guevara expresó que desde que tenía 11 años le gustaba jugar al ajedrez y que las primeras noticias que tuvo de la existencia de Cuba fue a través del gran ajedrecista José Raúl Capablanca, cuando hizo una visita a la Argentina, Después de Capablanca "el ajedrez se olvidó mucho. Ahora ha surgido nuevamente el entusiasmo con la Revolución". También expresó que cuando él estaba en la Sierra Maestra tenía un juego de ajedrez, pero casi nadie sabía jugarlo. Dijo que están surgiendo nuevos valores. Vamos a tener grandes maestros, y esa será también una obra de la Revolución".

--El Che está convencido de la importancia del ajedrez en la formación de la juventud- continúa Jiménez. Contribuye a su desarrollo asistiendo a cuanto torneo de relieve hay en el país; también de valiosas ideas de tipo organizativo, y finalmente, como siempre lo hace él, nos ayuda con el ejemplo participando en torneos y simultáneas cada vez que puede.

--Yo juego con él la última partida — dice Emilio Carnero, funcionario del Ministerio de Industrias. Hacemos tablas. Yo quiero guardar un recuerdo de él y le pido la hoja de anotaciones. "La quiero para enseñársela a mis nietos", le digo. Él se ríe y dice: "Entonces voy a escribir que fue tablas para que no les digas que me ganaste", y la firma: Che. Después se va de viaje y no juega más ajedrez. Es un hombre sencillo.

Es un hombre tan sencillo — dice Eleazar Jiménes — que las partidas con él se desarrollan sin que uno se de cuenta que está jugando con un dirigente de su talla. Le gusta mucho el ajedrez. ¿Una anécdota? Sí. Me acuerdo que un año 1964, en tiempo de zafra él estaba en Camagüey, para jugar con el equipo mexicano una simultánea masiva contra jugadores de toda la provincia. La hora señalada para el comienzo del evento es las 8:30, pero nos demoramos un poco en la comida y llegamos a las nueve al sitio donde debemos jugar. El Che está en la puerta y nos dice: "¿Estas son horas de venir? He viajado 140 kilómetros y pude llegar a la hora exacta y ustedes, que estaban aquí han hecho esperar media hora a todo el mundo". Esa noche derrota a Armando Acevedo, campeón de México, en una brillante partida.

En el año 2000 la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) incluyó en su Libro de Oro al Comandante Ernesto Che Guevara como una de las personalidades que más contribuyó durante una etapa de su vida con una labor meritoria por el desarrollo del juego ciencia y su masificación, por lo que le fue otorgado, además, el Título - Condecoración de "Caballero de la FIDE". Es una de las dos personalidades que lo ostentan en Cuba.

GALERÍA DE FOTOS DE AJEDREZ  

VIDEO DE AJEDREZ.  

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