La Historia cambió en 66 horas . ( 2da. Parte ) La Habana, 11 abril de 2011. (Prensa Latina) FIDEL REGRESA AL AUSTRALIA por Luis Baéz se reúne con Martínez Sánchez y Osmany Cienfuegos quien ha llegado de la capital cargado de mapas. Sergio del Valle. invasores les quedan pocas horas de existencia. atrincheramiento de las posiciones enemigas. los grandes medios de difusión norteamericanos de plegarse a los deseos de Washington. con los preparativos de la invasión y anunciaba que el ataque era inminente. periodista para la seguridad del diario, y escribió un editorial eliminando las referencias a la CIA y a la inminencia de la invasión. A su vez trasladó la información de la primera página a una columna en la cuarta. "revelaciones prematuras de seguridad de la información". de interés nacional. Cuando el Presidente de Estados Unidos lo llama a usted y le dice que es un asunto de vital seguridad, usted acepta su mandato". desechadas por los medios de difusión norteamericanos. New York Times (sumario de las noticias de la semana), relató: Estados Unidos de estar tramando una "inminente invasión a Cuba"." medios norteamericanos difundieron numerosas informaciones acerca de la utilización por la Fuerza Aérea cubana de aviones soviéticos " Migs " de retropropulsión. la propia Marina de Guerra de Estados Unidos, que desmentían estas historietas. norteamericanos aquí no ha registrado rastros de aviones comunistas o cubanos de alta velocidad. Los funcionarios están seguros de que no hay cazas "Migs" en esta área de Cuba. Tampoco han divisado nuestros buques ningún submarino extranjero. " Sin embargo, este último párrafo fue omitido en una edición posterior del periódico. cuantos Migs en aquellos días !". de la Seguridad Nacional. Irritado por las revelaciones de los periódicos exponiendo el sucio complot de la CIA contra Cuba, precisó: " Cada periódico debe preguntarse ahora, con respecto a cada información: " ¿ Esto es noticia ? " Lo que sugiero es que ustedes añadan esta pregunta: " ¿ Interesa esto para la seguridad de la nación ?" Y espero que cada organización en Norteamérica (sindicatos, hombres de negocios y funcionarios públicos) de todas las categorías, harán la misma pregunta de sus esfuerzos, y adaptarán sus acciones a la misma prueba." Ejército Rebelde, retirarse y reorganizarse en el Australia, pues se iban a introducir tropas frescas acabadas de llegar a la zona de operaciones. Al amanecer habían arribado los batallones de milicias 180 y 144. Se dispuso que el 144, a las órdenes del teniente Leonel Zamora Rodríguez, se moviera a toda velocidad por Soplillar, hacia Caleta del Rosario y que allí consolidase posiciones para enfrentar al enemigo, tanto por Playa Larga, como por Playa Girón, y cortar así en dos el territorio. Al 180, al mando del teniente Jacinto Vázquez de la Garza, se le instruye que avance con los tanques por la carretera Pálpite-Playa Larga y tome esta última en cooperación con una fuerza que al mando del teniente Palacios, rodearía al enemigo desde Buenaventura. civiles que vienen de Playa Larga y portan una bandera blanca. Informan que, ante la presencia de las fuerzas revolucionarias, el enemigo abandonó la posición. El teniente Vázquez de la Garza regresa a Pálpite para comunicarle a Fernández lo que acaba de conocer. las medidas oportunas. Al llegar al lugar se descubre que los invasores habían abandonado Playa Larga. Por la carretera, en camiones, vienen cerca de cien familias con paquetes atados a los hombros. La evacuación recuerda estampas de los documentales de otras guerras. Han sido prisioneros de los mercenarios. “Se están rindiendo dicen” “Van hacia el mar “. se encontraron con los milicianos les habían pedido que se rindieran y recibieron como respuestas: " Patria o Muerte ", Balbucea algunas palabras: ...“ Éramos alrededor de 1 500 ". Viste el uniforme de la Brigada. En el hombro el número 2506 y en el cuello una chapilla con el apellido Oliva. Es trasladado a un centro de curaciones y después a un hospital. un tanque está virado a la entrada; en las trincheras cavadas por los invasores aparecen los cadáveres de varios de ellos caídos en el fragor de la batalla. montones de arena que se divisan a uno y otro lado de la carretera; pueden ser minas colocadas por los mercenarios en su huida. Se mandaron entonces patrullas de reconocimiento en vehículos que avanzaron 15 kilómetros hacia Girón, sin encontrar fuerzas enemigas. con una guarnición poderosa y entusiasta, lista para entrar en combate. costarricense José Figueres. De dicho encuentro escribió: Temeroso que la invasión fracasara, estaba resentido por el hecho de que el gobierno de Estados Unidos no hubiese tenido la suficiente confianza en él o en Rómulo Betancourt para informarles de ésta. "¿ Cómo podemos tener una alianza ? dijo casi con encono, si nuestros mismos amigos no quieren creer que se nos pueden confiar secretos ? Yo puedo estar en desacuerdo con una cosa, pero aun así se puede confiar en que no diga nada sobre ella." Fue una reunión malhumorada y ensombrecida por las precauciones y recelos." de la tarde aparecieron sobre la zona de combate dos Sabres, aviones de propulsión a chorro, con sus insignias borradas. Sobrevolaron el lugar y desaparecieron. favor de proporcionarla, pero Dean Rusk se opuso vigorosamente. Él manifestó que " habíamos hecho el compromiso de que no se usarían fuerzas norteamericanas y el presidente no debía aparecer como un mentiroso ". Al entrar JFK con Jacqueline, la banda de la Marina interpretó Mr. Wonderful. marines; o un destroyer, para bombardear las posiciones castristas; o situar una barrera de aviones Sabres en el límite de las tres millas de la costa. Kennedy se negó a todas. y cuatro aviones se interpondrían, durante una hora, entre los B - 26 y los de las FAR, pero no podrían disparar si no eran atacados. ministerial, fue una escena sombría y llena de recriminaciones y amargura. El presidente, vistiendo todavía el frac que había llevado a la recién terminada recepción anual al Congreso, quedaba más y más estupefacto ante cada nueva revelación de lo equivocado de sus esperanzas y suposiciones, de sus planes. Hacia las cuatro de la madrugada, y tras ordenar la infortunada operación de " apoyo aéreo para el apoyo aéreo ", y hablar con aire dolorido con sus ayudantes, una vez que los últimos funcionarios desaparecieron rumbo a sus casas, Kennedy salió a meditar en solitario por el jardín sur de la Casa Blanca. " la situación. vehículos. primeros auxilios. A pesar de su estado delicado no cesa de repetir " Patria o Muerte ". Es estremecedor. el enemigo. el enfrentamiento a los invasores. Al oscurecer, las tropas se encuentran a nueve kilómetros de Playa Girón. lo manda a buscar al punto uno, junto con Efigenio. Les da instrucciones de garantizar el orden y neutralizar junto con la Seguridad a los elementos contrarrevolucionarios, si se producía una invasión. la zona de operaciones con la misión de impedir que los mercenarios, que estaban en Girón, fueran de refuerzo a Playa Larga y los que estaban en Playa Larga no se pudieran retirar para Girón. lo iba a desconcertar e impediría la cooperación entre ellos. compañía ligera de combate del batallón 116 de las Milicias. envió delante la compañía ligera de combate dividida en dos al mando de los capitanes Luis Artemio Carbo y José Sandino, respectivamente. La de bazucas se nos incorporó en Jovellanos. Capitán Fernández para recibir las instrucciones. seguida de nosotros. avanzara. Quedó Marcelino Sánchez, como segundo jefe. Empezamos a movernos." llegó casi a un kilómetro de Girón, donde había una fuerte oposición de defensa por parte de los invasores que contaban con cañones sin retroceso, tanques, ametralladoras pesadas e infantería. cañones 85. capturados se interesaban en conocer el procedimiento que se había utilizado para ajustar el fuego de tal modo que éste les cayera encima continuamente. nuevo ataque con la intención de asaltar las posiciones. los barcos se ve el movimiento de embarcaciones menores, lo cual hace presumir un nuevo desembarco. además de bombardear las posiciones que aún se encuentran en manos de los invasores en Girón. Más tarde se comprueba que no se trataba de un desembarco sino de un reembarque. y al otro de la línea de combate. la tarde y estaba parado aproximadamente a dos millas y media de la victoria final sobre los invasores. se pararon debajo de un árbol que estaba frente al lado izquierdo de la carretera. excepto la Marina de Estados Unidos. Estaban a menos de dos millas, definitivamente en aguas cubanas, y avanzaban rápidamente. Los cañones estaban descubiertos. Pequeñas embarcaciones se movían entre la costa y los barcos. Algunas parecían que venían, otras que iban. Fernández calculó que habría cuarenta, quizás cincuenta. otro batallón de infantería y otro de tanques. Buscando frenéticamente en sus bolsillos una pluma y un papel, perdió las llaves de su automóvil en La Habana. Su nota la llevó un mensajero en motocicleta. disparar. Anteriormente él había divisado aviones norteamericanos y había ordenado que les dispararan sin éxito, pero eso fue diferente. Los aviones estaban "violando nuestro espacio aéreo y participando en la intervención". internacionales, habría tenido "consecuencias trascendentales". excusa conveniente para iniciar represalias y escalar la guerra. Además, "no era lógico pensar que dos destructores atacarían por sí solos". Se habrían presentado con apoyo aéreo. Fernández tenía tres obuses de 85 milímetros y seis morteros. Les ordenó que se alinearan a su derecha, casi directamente en el agua. A su izquierda alineó sus tres semiorugas soviéticas blindadas con sus cañones autopropulsados. Girón quedó olvidado por un momento. Ordenó a sus cañones que dispararan individualmente, no solo a los pequeños botes; pensó que podían estar trayendo otra brigada. Nadie iba a disparar a los destructores. cañones más de 85 milímetros. El oficial que venía al mando también pidió disparar a los destructores. Fernández ordenó a los cañones que se incorporaran a su alineación y siguieran sus órdenes anteriores. Su nuevo frente ahora se extendía unas 150 yardas. pequeñas embarcaciones. Se puso contento. Era la primera vez durante toda la batalla que había visto aviones amigos. Parecía que nunca terminaría. el Murray, había estado haciendo un lento reconocimiento de la zona a lo largo de la costa. Washington todavía estaba pidiendo información con insistencia. Él pudo ver algunos botes pequeños moviéndose entre el Eaton y la costa. De pronto pudo divisar los tanques que se acercaban a la playa por la izquierda. Estaban a solo 2 000 yardas. Abrieron fuego. yardas antes. Pidieron permiso para replicar el fuego. la conveniencia de extrema cautela se había afirmado tanto en su mente que decidió debía esperar. momento de mantener la calma. Sí, tenía órdenes de protegerse. ¿Pero fue éste un ataque serio? Consideraba que no, que los proyectiles eran erráticos. Venían de los tanques, no de la artillería, lo cual habría sido mucho más serio. El fuego de la artillería de Fernández no le estaba dando cerca y no amenazaban realmente ni al Eaton ni al Murray. La próxima vez algunos proyectiles podían hacer blanco en el destructor y ellos habrían tenido que responder al fuego. Nadie deseaba comenzar la III Guerra Mundial. de la tripulación se sentían muy afectados por los mensajes del comandante Crutchfield a bordo del Eaton, que retransmitían las desesperadas súplicas de Pepe San Román [jefe militar de la brigada] y recomendaban que los estadounidenses ayudaran en la evacuación. El alto mando del Essex también tenía transcripciones de las conversaciones de Gray con la playa. La operación sin dudas estaba al borde del fracaso. de ellos estaba en entredicho. Todos se sentían heridos. Tres veces le respondieron: " No ". que se encuentran cercanas a Girón. La nave cae al mar. Sus tripulantes mueren. Posteriormente se conocería que eran de nacionalidad norteamericana. Se llamaban Riley W., Shamburger Jr. y Wade Carroll Gray. en el fuselaje. A lo lejos se ve, como a dos kilómetros del central Australia, que del avión se desprende un hilo de humo y segundos después se siente una fuerte explosión. El avión va en picada. Se envía una patrulla integrada por 15 hombres a la búsqueda de los pilotos. Al frente de ellos va el comandante Oscar Fernández Mell. Me uno al grupo. Al llegar al campo de caña donde ha caído la nave, unos campesinos informan que dos hombres saltaron del avión y se han dado a la fuga. hacia un cayo de caña y otro desaparece rumbo al sur. Se desconoce la nacionalidad. La orden es capturarlos vivos. No es posible pues al verse rodeados atacaron con sus armas lo que obligó a responder la agresión. Después se supo que se llamaban Thomas Pete Ray y Leo Francis Baker, también de nacionalidad norteamericana. Al igual que los que habían sido derribados minutos antes en la zona de Girón, tenían experiencia militar y pertenecían al Ala 17 de la Guardia Nacional, de Alabama, Arkansas y Virginia donde habían sido reclutados por la CIA. El cuerpo de Francis Baker está prácticamente destrozado resultado de una ráfaga de FAL. Recibe sepultura en el cementerio de Jagüey Grande. El de Ray en mejores condiciones es trasladado a la capital. Durante 18 años el cadáver de Thomas Ray permaneció en un congelador en el Instituto de Medicina Legal de La Habana. A través de los años su madre, la viuda y dos hijos recibieron una pensión de un fondo creado por la CIA. Ignoraban por completo su destino. Un cubano comisionado por la CIA, les informó telefónicamente que estaba trabajando con hombres de negocios cubanos y perdió la vida en un accidente sufrido por un avión de carga. cubanas en ese sentido. Mientras tanto, un C-54 cargado con suministros para la brigada está listo a despegar en Nicaragua en un último esfuerzo por evitar la derrota. La tripulación cubana rehusó volar. Son sustituidos por norteamericanos. A su vez la responsabilidad de mantener la cabeza de playa de los invasores es asignada a seis P-51 Mustang, de la Fuerza Aérea nicaragüense, a los que habían sido borradas las insignias. También se le sitúan tanque extra de combustible, municiones y rockets. La escuadrilla está dirigida por el norteamericano Back Pearson. El plan consiste en aterrizar en la pista de Girón y reabastecerse con los depósitos ubicados allí. Cuando quitan los calzos de uno de los aviones, un jeep se acerca a toda velocidad. Se trata del coronel Frank, hombre de la CIA, solo atina a decirles: " Fueron barridos." se esforzaba por lograr la evacuación. Cuando recibimos esta información, los hombres ya estaban en el agua. Era muy tarde para enviar los destroyers porque podían ser destruidos por el fuego de artillería. Él ordenó que rondaran las costas lo más cerca posible y trataran de recoger a algún sobreviviente". aguardaban en una embarcación del sindicato del crimen, con un hombre de la CIA a bordo, para desembarcar en La Habana. El plan del gobierno norteamericano consistía en que a las 72 horas de permanecer los invasores en suelo cubano se anunciaría el gobierno provisional y se solicitaría el reconocimiento de la OEA y ayuda militar del exterior. El jefe militar de la brigada José Pérez San Román reveló en un libro publicado, varios años después del suceso: "Nuestra misión era asegurar una cabeza de playa donde inmediatamente serían conducidos los miembros del gobierno cubano en el exilio, para convertirse en el gobierno cubano en armas, que buscaría inmediato reconocimiento internacional. Este reconocimiento con su consecuente apoyo político-económico-militar había sido previamente preparado por el gobierno de Estados Unidos con varios países de Latinoamérica." preguntó: "Señor Dulles al lanzar la invasión usted obviamente esperaba un alzamiento popular en su apoyo, pero no fue así. ¿Cómo pudo usted equivocarse de esa forma?". "¿Un alzamiento popular?", respondió Dulles aparentemente sorprendido. Dio una chupada a su pipa y expresó: "Eso es una creencia popular. Pero no, no diría que esperábamos un alzamiento popular. Esperábamos que sucediera en Cuba algo distinto... algo que no se materializó. Lo "distinto" era el asesinato de Fidel. En 1988, el senador George Smathers reveló al historiador norteamericano Michael R. Beschloss que el plan de la CIA consistía en que "Castro estaría muerto en los momentos que se produjera el desembarco". A su vez, Kennedy en una reunión con un grupo de amigos se lamentaba por su derrota. El diplomático Clayton Fritchey, le dijo: " Señor presidente, podría haber sido peor ". ponen proa hacia alta mar y se alejan definitivamente de nuestras costas. nuestras manos. El enemigo había abandonado la posición. una aplastante derrota. Después de penetrar las fuerzas revolucionarias en Girón, se comenzó el registro de todas las cabañas, edificaciones y locales en busca de enemigos emboscados u ocultos. La operación se realiza a oscuras, debido a que la planta de electricidad había sido destruida. Se ponen en libertad los empleados que habían estado prisioneros del enemigo. Se ordena que traten de comunicarse con su conductor. Lo logran. Les espera una gran sorpresa: es el capitán Joel Pardo, quien informa que Fidel se encuentra en Helechal y le ha dado la orden de que no parara hasta llegar a la playa y de ahí tirara con proyectiles y balas trazadoras como señal que había llegado al objetivo. Por supuesto, cumplió su misión. que huyen en desbandada, Fernández, Flavio Bravo y René Rodríguez, deciden dirigirse hacia San Blas. de origen. En el trayecto son heridos de gravedad Flavio Bravo y el comandante René Rodríguez. También Fernández recibió una lesión en un brazo y en una pierna. Como consecuencia de la invasión 176 revolucionarios pierden la vida y más de 300 resultan heridos. Pedro Miret, Félix Duque y el capitán Emilio Aragonés. Desde Yaguaramas-Girón avanzan fuerzas a las órdenes del comandante René de los Santos y el capitán Víctor Dreke; por el camino paralelo a la costa marchan el comandante Raúl Menéndez Tomassevich y el capitán Orlando Pupo, entre otros, que también desempeñan una labor importante en la derrota de los invasores. provincias orientales, centrales y Pinar del Río, respectivamente. actividades contrarrevolucionarias y podrían ser empleados como quintacolumnistas por los invasores en lo que tuvieron la activa participación de los Comités de Defensa de la Revolución. una linterna. Me quedé pensativo y me dije: " Usted verá..." Me sorprendí y medité: Con todo lo que ha pasado y este hombre quiere seguir buscando bronca." traído a los invasores a territorio cubano. respaldado la descabellada empresa, quedó desacreditada ante el mundo. nacionalmente irreprochable. Francia, Inglaterra, Estados Unidos, no hubiesen procedido en otra forma. El gobierno de Cuba, con un sentido de la humanidad que ningún régimen político debería tener miedo en prodigar, perdonó la vida a los traidores." Walter Lippmann, decano de los columnistas norteamericanos, calificó la invasión como "un sorprendente y colosal error". cubana se ha convertido en una tragedia norteamericana. En sus primeros 100 días la administración de Kennedy ha borrado prácticamente el balance favorable que tenía en los libros del mundo." El secretario de Defensa Robert Mc Namara afirmó: " No fue una debacle de la CIA, fue una debacle del gobierno. " El investigador Seymour Hersh descubrió que " liquidar a Castro formaba parte de la invasión según me reveló Robert Maheu, enlace de la CIA con la mafia. El asesinato de Castro debía tener lugar antes de la invasión, pero preferiblemente a la par de ésta ". Vandenbroucke, funcionario del servicio diplomático norteamericano en 1984 para Diplomatic History, una publicación académica trimestral. ataques. Uno tras otro, aisladamente o en pequeños grupos, fueron capturados casi todos los invasores; muchos creen que van a ser fusilados de inmediato y piden favores. Otros no hacen más que llorar y repetir que los han embarcado. En dos días se capturan unos 700 que se entregan, agotados por el hambre, la sed y sin escapatoria posible. Comentamos lo que ha repetido el Jefe de la Revolución muchas veces: " En el exilio, los mercenarios de toda laya se unirán con la ayuda yanqui, con dinero yanqui y con armas yanquis para tratar de derrotar la Revolución ". o sediento se le niega el agua o el pan. En esto se es estrictamente respetuoso durante las operaciones, independientemente del carácter de las acciones del enemigo. No quiere decir que no afloren las pasiones. En los instantes que un número considerable de invasores es conducido hacia los sitios habilitados en Girón, algunos miembros del Ejército Rebelde y milicianos no se pueden contener y les dirigen algunos insultos a los detenidos. La reacción de Fidel es inmediata. Indignado manda a reunir a los combatientes. Se sube en una caja y desde allí se escucha a toda voz: |