martes, 12 de abril de 2011

Medicina escuela latinoamericana por cinco presos cubanos

 

SEGUNDA CRONICA: LA ELAM Y SU BATALLA POR LOS CINCO

Otra vez la Escuela Latinoamericana de Medicina nos conmovió a todos, a pesar de que los vientos y un irrespetuoso aguacero trataron de frustrar también el merecido homenaje a nuestros Cinco Héroes, en ocasión de celebrarse la segunda  peña “Cinco por Los Cinco”, oportuna convocatoria instrumentada a nivel mundial  por el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Héroes y que tuvo sus inicios en el pasado mes de marzo. No hubo mejor escenario para la solidaridad hacia nuestros abnegados compañeros que este centro, el cual es, en sí mismo, un justo espacio y expresión del humanismo, de la amistad y de la esencia solidaria de la Revolución Cubana. Los rostros de los jóvenes, provenientes de cinco continentes, formados integralmente, mostraron visible emoción cuando el acto se inició con las notas de la canción “El hombre”, obra del cantautor Kiki Corona.

La apuesta por una de las causas más  justas que se libran actualmente en el mundo contra las permanentes injusticias, la liberación de los Cinco, brilló en el entusiasta auditorio, donde la palabra, la música, la pintura y la poesía, se transformaron en arma de combate, en genuina exigencia y en reclamo de justicia.

Todos los que ocupamos la presidencia de la actividad, entre los que me encontraba junto a  Kenia Serrano y otros funcionarios de su institución, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; el Doctor Juan Carrizo, Rector de la ELAM; representantes del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco y de otras organizaciones; no pudimos dejar de sentirnos admirados por las bellas palabras de dos jóvenes estudiantes: el boricua Roberto Guzmán y el ecuatoriano Barón Hidrovo, quienes denunciaron el injusto encierro de los valerosos antiterroristas y reclamaron su inmediata liberación.

La ternura que habita en el alma del hombre bueno y puro, más allá incluso de su propia juventud, alcanzó realces sin parangón, cuando se dejaron escuchar las voces y bellos acordes de la canción “Cambia, todo cambia”, interpretada por los estudiantes de la ELAM Reina Reyes y Carlos Jean Hurtado. Era la voz de la tierra, sus múltiples sonidos y arpegios del corazón, devenidos en reclamo para hacer de nuestro mundo algo mejor para sus habitantes.

El doctor Carrizo, en un emocionado discurso, exigió el cese del injusto encierro, cuando expresó en una de las partes esenciales de su intervención: “En este momento exigimos al presidente Obama, para qué  la dignidad mancillada no lo condene eternamente por tanto ensañamiento, la liberación inmediata para poner fin al sufrimiento de sus madres, esposas e hijos y a la gran familia cubana que los ha acompañado día a día moralmente, actitud que consolida su causa y la de todo el pueblo cubano como fuerza de la verdad y la justicia, escudo de nuestra lucha por su regreso”.

Luego, para sorpresa de todos, la cubanía cobró magnífica dimensión  con la danza Punto Cubano, ejecutada magistralmente por estudiantes de otras naciones e integrantes del proyecto “Así somos”. Conmovidos, observamos el vaivén y la fuerza interpretativa de estos jóvenes, médicos del alma y artistas consagrados a la vez, fruto de la concepción humana del espíritu de formación integral en la ELAM.

Luego, llena de la emoción y la fuerza vital que la distingue, persuasiva siempre, Graciela Ramírez, coordinadora del Comité Internacional por la Libertad de Los Cinco Héroes antiterroristas cubanos, explicó cada detalle de la situación actual de nuestros hermanos presos injustamente. Convocando y denunciando, desentrañando la magnitud de la infamia, Gra  expuso de manera convincente el llamado a continuar la lucha, hecha convocatoria urgente que no debe limitarse a cada aniversario de su detención, sino a la lucha diaria, a la denuncia sin tapujos, a sumar voluntades, al accionar permanente hasta lograr su regreso a la Patria amada. Hubo también un momento de tributo a la memoria de Leonard Weinglass, abogado defensor de Antonio Guerrero, quien falleciera recientemente en plena batalla legal por su excarcelación.

El orgullo por ser latinoamericanos, aderezado por el lamento conmovedor de la guitarra y la quena, se engrandecieron en la ejecución del “Popurrí Latinoamericano”, ejecutado por el estudiante Carlos Jean Hurtado. Fue un momento mágico y asombroso en que sentí más cerca que nunca a mis hermanos presos, derribando sus ignominiosos barrotes y saliendo a caminar por las calles de cada ciudad de nuestros pueblos amados. Los vi libres, lo confieso, y sonriéndoles a la gente común, disfrutando de la belleza maravillosa de nuestros entornos y estrechando las manos de los obreros y campesinos de la Nuestra América, aplaudiendo sin descanso a las luchas diarias de la gente por sus reivindicaciones. Así los vi, cercanos y tangibles, fundidos con nosotros en el eterno abrazo de los que aman a la vida y al futuro por sobre todas las cosas.

No faltó tampoco el cierre hermoso, unificador y emotivo, cuando el Grupo de Cámara de las escuelas de arte interpretaron “Canción por todos”. Todos, fundidos en hermosos y sentidos abrazos nos regocijamos después con la convicción de haber aportado un granito de arena en la hermosa batalla que libramos con tesón: el regreso de René, Gerardo, Antonio, Fernando y Ramón, a su gran casa cubana.

 

TERCERA CRONICA: LOS NIÑOS Y  LOS JOVENES TIENEN LA PALABRA

 

La batalla por la liberación definitiva de los Cinco ha de tener en los niños y jóvenes de Cuba a los más consagrados protagonistas, pues en ella está implícita la defensa de uno de los más hermosos valores éticos para las nuevas generaciones y el eterno compromiso de hacer permanentes y mejores los logros de la Revolución Cubana. Así se acaba de refrendar en el V Congreso de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).

 Los pioneros y jóvenes de hoy han de saber que su Moncada y su Batalla de Girón está hoy en el esfuerzo diario por ser mejores estudiantes, en la capacidad de cada cual por integrar a sí mismo los mejores ejemplos de entrega y patriotismo, de los cuales nuestros Cinco Hermanos son la preclara expresión. Su batalla principal es seguir las enseñanzas de Raúl y Fidel, de toda la valiosa generación que ha conducido nuestro proceso revolucionario, tal vez con imperfecciones, pero es deber de ellos enriquecerlo, hacerlo más viable y humano, más patriótico e internacionalista.

Son esos jóvenes, quienes desfilarán el próximo 16 de abril, festejando el 50 Aniversario de la Victoria de Playa Girón, los llamados a amar incondicionalmente a la Paz, a cuidar de nuestro planeta; asimismo han de ser  los convocados a combatir con denuedo a las desigualdades sociales, a las injusticias y la explotación; son los constructores del futuro socialista para los cubanos y los llamados a mantener la solidaridad permanente con otros pueblos. Entre las banderas cubanas marcharán los retratos de nuestros Cinco Hermanos, entrelazados con su pueblo, convertidos en parte indispensables de él; también vibrará el justo reclamo por su regreso a la Patria.

Esa convicción  sobre el papel de la juventud y la niñez la expresó el propio Antonio Guerrero desde su celda de la presión de Florence, el pasado 4 de abril de 2011, cuando les felicitó y convocó a asumir su rol histórico en estas breves palabras: “Hoy mi pensamiento esta en los pioneros y jóvenes de la patria, relevo seguro para la continuidad de la obra revolucionaria.”

Tony lo sabe, como lo saben sus otros hermanos injustamente detenidos, al igual que lo sabemos todos hoy más que nunca: Más temprano que tarde ¡Volverán!