El primer choque con un patrón
Cuando era un adolescente Ernesto Guevara fue, junto a su hermano Roberto, a pedirle permiso a su padre para que lo dejase trabajar temporalmente, durante las vacaciones, en la recolección de uvas en una finca cercana a la casa donde ellos vivían.
El padre se negó inicialmente atendiendo a que Ernesto padecía de asma y el temía que se le pudiera presentar un fuerte ataque lejos del hogar y que no recibiera la atención requerida. Más como los muchachos estaban muy entusiasmados e insistieron, finalmente él les dió la autorización correspondiente.
Ernesto y su hermano se marcharon muy alegres pero varios días después retornaron sucios, sudorosos y muy defraudados. Su padre inquirió que les había pasado . "Se notaba que habían regresado a pie y mostraban la fatiga de la larga caminata. Ernesto además traía a cuestas un buen ataque de asma.
- ¿Cómo? - les pregunté -, ¿Qué pasó? - Es un gaucho de m.... -dijo Ernesto refiriéndose a su patrón con aire enojado - .Trabajamos 3 días lo mas bien. Pero yo no sé si por haber comido demasiada uva me empezó a dar asma. Traté de seguir trabajando, pero me fue imposible y entonces decidimos volver. Cuando le pedí que nos pagara lo que nos debía, el muy sinvergüenza nos dió sólo la mitad, porque, según él, no habíamos cumplido con el contrato. Es un hijo de una gran... y yo quiero que vengas con nosotros para romperle el alma. "Estaba enfurecido, la injusticia cometida por su patrón le parecía intolerable¨. "Tal vez fue este el primer impacto que tuvo Ernesto sobre la manera que tratan muchos patrones a sus obreros."(1)
(1) Testimonio reflejado en el libro de Ernesto Guevara Lynch, Mi hijo Ernesto, Editorial Sudamericana- Planeta, junio de 1984, paginas 207-208