KERRY, CUBA Y EL TERRORISMO. ISABEL
KAPLAN
The Huffington Post, Estados Unidos
Todos los años, alrededor del 30 de abril, el
secretario de Estado presenta al Congreso su Informe por Países acerca del
Terrorismo.
Un componente principal de este informe es la
lista de países designados como Estados Promotores del Terrorismo –los países
que representan las mayores amenazas.
En la actualidad hay cuatro países en la
lista: Cuba, Irán, Sudan y Siria.
La semana próxima John Kerry, como secretario
de Estado, presentará su primer Informe por Países acerca del Terrorismo.
¿Estará Cuba en la lista?
¿QUERRÁ KERRY ACTUAR COMO INDICA LA
LÓGICA?
La respuesta depende de cuál John Kerry
firmará el informe.
¿Será el que
argumentó, en un artículo de opinión en The
Tampa Bay Times de 2009: “Mientras que nuestra política hacia Cuba
en gran medida ha estado estancada, la realidad ha cambiado de forma
espectacular”? Aquel John Kerry dijo que “La ‘amenaza cubana’ es una débil
sombra, el cambio en Cuba se ha puesto en marcha y –lo más importante– los
cubanoamericanos están buscando una interacción amplia y de largo alcance a
través del Estrecho de la Florida. Necesitamos una política hacia Cuba que
mire al futuro, haga funcionar nuestras fuerzas y construya lo que funciona
para ayudar al pueblo cubano a conformar el futuro de su país”.
¿O será el John Kerry cuya vocero Victoria
Nuland dijo en febrero: “Este departamento no tiene planes en la actualidad de
sacar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo? Revisamos
esa lista cada año y en el momento actual, cuando se hizo la última revisión en
2012, no vemos razones para sacarla. Es evidente que la revisemos de nuevo este
año pero, como dije, hasta el momento no tenemos ningún plan”.
La primera lista de Estados Patrocinadores
del Terrorismo fue publicada en 1979, y a Cuba la agregaron en 1982 debido a su
apoyo a grupos terroristas como las FARC y ETA. Pero según el informe del año
pasado, aunque actuales y ex miembros de ETA residen en Cuba, “Informes
sugieren que el gobierno cubano está tratando de distanciarse de los miembros
de ETA que viven en la isla al emplear tácticas como la de no proveer servicios
que incluyen documentos de viaje a algunos de ellos”. Además, “No hay indicios
de que el gobierno cubano suministre armas o entrenamiento paramilitar a ETA o
las FARC”.
El informe también atestiguó: “El gobierno
cubano continuó permitiendo residir en Cuba a fugitivos buscados en Estados
Unidos y también suministró apoyo como vivienda, libreta de abastecimiento y
atención médica a esos individuos”.
Pero Cuba cada vez ha cooperado más con
Estados Unidos. Véase, por ejemplo, la pareja de la Florida que, después de
perder la custodia de sus hijos los secuestró y huyó a Cuba hace tan solo dos
semanas. Cuba se negó a ofrecer asilo a estos criminales y las autoridades
cubanas cooperaron rápida y deseosamente con funcionarios norteamericanos a fin
de devolverlos a Estados Unidos para ser juzgados.
Y justo la semana pasada, después de las
bombas del Maratón de Boston, la funcionaria Josefina
Vidal, del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó “el
más sentido pésame de pueblo y gobierno de Cuba al pueblo y gobierno de Estados
Unidos, particularmente a los afectados directamente por esta tragedia”.
Vidal dijo que Cuba “rechaza y condena
inequívocamente todo acto de terrorismo, en cualquier lugar, bajo cualquier
circunstancia y con cualquier motivación”.
Es más, el propio Fidel Castro recientemente
emitió una condena pública y advertencia a Kim Jong Un y Corea del Norte
advirtiendo a Kim no realizar acciones contra Estados Unidos. Castro ha estado
en esa situación, ha hecho lo que tenía que hacer y ha aprendido la lección.
Pero Cuba aparece en la lista de
Estadios Patrocinadores del Terrorismo, mientras que Corea del Norte no lo está.
Kerry terminó su artículo de opinión con un
llamado a la acción: “Hoy tenemos que elegir:
buscar consuelo en la vieja retórica, ignorar el cambio y resistirse a él, o
amoldarlo y canalizarlo hacia una nueva política que ayude a lograr nuestros
objetivos”.
El 30 de abril, John Kerry
tendrá la oportunidad de hacer valer sus creencias.
Ojalá así lo haga.