jueves, 3 de julio de 2014

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Venta del Pino
Un memorable “¡Al machete!”
Raquel Marrero Yanes


Hace 140 años Máximo Gómez Báez entró en la historia de Cuba con una acción memorable. Fue en Pinos de Baire, el 26 de octubre de 1868, cuando un grupo de cubanos, comandados por el aguerrido dominicano, atacó a una tropa española. Era la primera carga al machete de la Guerra de los Diez Años.

El combate duró poco tiempo. La tropa española, aniquilada, huyó despavorida ante el ataque de los machetes mambises.

Versiones del combate lo fechan el 4 de noviembre, pero debe ser un error, pues el parte oficial apareció en la prensa habanera el 3 del propio mes. El cotejo de varias fuentes nos permite afirmar que tuvo lugar el 26 de octubre, como se recoge en los libros de Historia Militar y en el Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba (tomo 2).

En la mañana de ese día, la vanguardia de los cubanos rechazó la exploración española y se apoderó de la Tienda del Pino, al oeste de Baire.

Desde Santiago de Cuba había salido una columna con 700 hombres, bajo el mando del coronel español Demetrio Quirós Weyler, la cual se detuvo al llegar a Baire.

A Gómez le ordenaron impedir el avance del enemigo. Al conocer que las tropas españolas permanecían acantonadas, decidieron continuar la marcha y buscar un lugar para emboscarlas, una maniobra de engaño para atacar al enemigo por sorpresa. El lugar escogido le dio nombre al combate: Tienda o Venta del Pino, o Pinos de Baire, como también se conoce.
Quirós ordenó la salida de sus tropas, dispuestas a desalojar a los insurrectos de la Tienda ocupada, pero descuidó la seguridad de la marcha.

Desde la madrugada de ese día, el jefe insurrecto, con unos 40 hombres, había ocupado el camino. Su orden fue precisa: realizar la acción mediante un asalto sorpresivo, con el empleo del machete.

Cerca de las once de la mañana el enemigo llegó al área de la emboscada. Todos quedaron sorprendidos al escuchar el grito de guerra: "¡Al machete!". Era la voz de Gómez dando la orden de combate.

Con fuerza y pasión atacaron los mambises, provistos de machetes como única arma frente a los fusiles de la época. Aterrados por el efecto del macheteo, los soldados españoles sufrieron numerosas bajas y los sobrevivientes encontraron refugio en Baire.

Quirós a duras penas podía creerlo, porque sabía que los cubanos no tenían armas de fuego suficientes como para enfrentarlos. Sin embargo, la bisoña tropa había sido entrenada por su jefe en el uso del machete como arma de combate, uno de los primeros legados tácticos de Gómez.

Esta y otras muchas acciones determinaron que Quirós regresara derrotado a Santiago de Cuba, y los cubanos quedaran como únicos dueños del campo.

A partir de ese combate, el machete —tradicionalmente empleado en Cuba como instrumento de trabajo agrícola— se convirtió en el arma más preciada de los combatientes del Ejército Libertador, y la más temida en la lucha por la conquista de nuestra independencia.

http://www.granma.cubaweb.cu/2008/10/27/nacional/artic02.html