De: Miguel Longarini [mailto:miguel.longarini@gmail.com]
Las Asambleas del Pueblo se solidarizan con la Escuela Isauro Arancibia¡¡¡¡
EL GOBIERNO DE MACRI PRETENDE DEMOLER CASI TREINTA INMUEBLES DE LA AVENIDA PASEO COLON, ENTRE CARLOS CALVO Y PARQUE LEZAMA, PARA CONSTRUIR UN NUEVO METROBUS.
DECENAS DE FAMILIAS Y COMERCIANTES, TRES ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS, UNA SALA TEATRAL, EL DIARIO ÁMBITO FINANCIERO, EL COMEDOR POPULAR DE LA ASAMBLEA DE SAN TELMO, EL CENTRO DE ATENCIÓN A LA INFANCIA Y NIÑEZ (CAINA) CORREN RIESGO DE PERDER, TOTAL O PARCIALMENTE, SUS SEDES. ES EL MISMO GOBIERNO QUE HA ABANDONADO TOTALMENTE NUESTRO BARRIO: DETERIORO TOTAL DE CALLES Y VEREDAS, DESAMPARO SOCIAL DE LOS MÁS HUMILDES, ESQUINAS CONVERTIDAS EN BASURALES, INSEGURIDAD, ESPACIO PÚBLICO COLAPSADO Y CONVERTIDO EN NEGOCIO Y DOMINGOS CAÓTICOS!!
Escuela Arancibia: Av: Paseo Colón 1318. ¿Se demolerá una escuela modelo?
por Belén Burgstaller
"Viví muchos años en la calle, solo. Cuando estás en la calle te echan de cualquier lado, estás sentado en un banco o durmiendo, descansando un poco, y la Policía te levanta, te empuja o te patea, la mayoría te dice levántate pendejo de mierda, sucio, vos sos de la calle, ándate a otro lado porque por tu culpa andan robando. Nadie te pregunta nada", dice Diego.
Puertas abiertas, abrazos que reciben, besos que emocionan, así espera la escuela Isauro Arancibia a sus alumnos después de que éstos pasaron una larga noche de frío en las calles y las plazas porteñas. Sus paredes llenas de colores y mensajes de motivación invitan a quedarse y a entender por qué alguien que parece haber perdido todo o nunca haber ganado nada, a quien la sociedad mira con desprecio y pavor, se sienta en un banco de escuela dispuesto a pensar en fracciones, sumas y restas, mayúsculas y minúsculas, ríos y mapas.
La escuela Isauro Arancibia comenzó en el año 1998 por un pedido de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) para trabajar con un grupo de mujeres que formaban parte de la La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR). Ellas empezaron a llevar a los chicos que veían desamparados, que vivían en Constitución y necesitaban un lugar de contención. De esta manera la escuela se fue agrandando, incorporando más docentes y profesionales, y hoy cuenta con una población de 180 niños, adolescentes y adultos, que en su mayoría vive en situación de calle. Allí comen, se educan, aprenden oficios, reciben contención emocional y psicológica, se hacen amigos, aprenden cuáles son sus derechos y a defenderlos.
Se trata verdaderamente de un centro educativo modelo. Es un lugar de inclusión que debiera seguir creciendo y multiplicarse. Sin embargo hay concreta intención de demolerlo. De un momento a otro, y en el nombre del progreso, la escuela Arancibia puede desaparecer para dar paso a un metrobús.
"Conocí la escuela a través de mi compañero de la vida que se llama Juancito, con él estuve viviendo en la calle. Me gusta porque no es como las otras que te discriminan porque sos de la villa o si vas sucio, acá pueden venir cualquiera, mayores, menores; si necesitas algo te ayudan en lo que puedan o si no le buscan la manera para poder ayudarte. Mi vida cambio un montón desde que estoy en la escuela, presto atención a la señorita, me llevo bien con todos, hago toda la tarea, estoy aprendiendo a leer y a escribir en cursiva", dice Diego.
Diego tiene 20 años y hace varios años que es alumno de la escuela Arancibia. Empezó cuando vivía en la calle y hoy ya pudo formar su familia y vivir en un asentamiento de Wilde. Se levanta muy temprano, desayuna, viste a sus hijas y sale con la más chiquita para la escuela Isauro Arancibia. Ella se queda en el jardín maternal y con su señorita, feliz, y él entra al aula para poder recibirse este año, empezar la secundaria, y poder "seguir haciendo las cosas bien", como dice, porque en otro momento de su vida tuvo que recorrer varios institutos y pasar preso algunos meses.
El Gobierno de la Ciudad, a través de sus funcionarios, le informó al equipo docente que piensa demoler el edificio donde está la Escuela, porque por ahí pasará el nuevo recorrido del metrobús.
La construcción del recorrido implicará un gasto de más de 200 millones de pesos por unas pocas cuadras, además se van a eliminar todas las líneas internas del barrio, y de esta manera obligar a todos los vecinos a tomar el metrobús en la Avenida 9 de Julio o en la Avenida Paseo Colón. Todos los viernes la Comisión por la defensa de Paseo Colón corta la avenida a partir de las 16 horas para visibilizar esta decisión del Gobierno de la Ciudad. "Se van a concentrar todas las líneas, por lo tanto esta modificación no va a liberar el tránsito, sino que lo único que va a generar son muchos desalojos de personas, de hecho ya hay conventillos que tienen fecha de desalojo próximo. Y quieren mudar el Centro de Atención a la Niñez y a la Infancia, que hace más de 20 años funciona, lejos de la zona de influencia de los chicos con los que trabaja", explicó Martín Mendizabal, docente de la Escuela. Para el Centro Educativo Isauro Arancibia la solución también es la mudanza a un nuevo edificio en otro lugar de la Ciudad, pero no es la solución para Diego o para el resto de los alumnos que viven en el barrio o duermen en la calle, frente a la Escuela.
Mientras Diego termina la primaria, Betty, su pareja, está cursando el primer año de secundaria y sigue yendo a la escuela Arancibia cada vez que necesita reforzar los contenidos o charlar con sus profesores sobre la nueva experiencia.
"También traigo a mi sobrino, porque él iba a otra escuela en Wilde y no lo querían, porque a veces iba sucio o cuando comía lo hacia muy apurado y en un ratito se terminaba todo. Pero no era por desesperado, era porque tenía hambre, porque en mi casa casi nunca hay qué comer", dice Diego. Su sobrino tiene 7 años, él lo anoto en la Escuela, ahora se encarga de llevarlo todas las mañanas y asegura que ya no se pelea con nadie, que se siente bien, cómodo y acompañado.
La escuela Arancibia tiene dos turnos (mañana y tarde), cuando los docentes vieron que los chicos se empezaban a quedar los dos turnos, decidieron generar varios talleres de oficios. "Las escuelas convencionales tienen una estructura y los niños y niñas tienen que entrar en esa estructura. Nosotros somos una construcción colectiva porque fuimos armando la estructura de la escuela de acuerdo a las necesidades de nuestra población", planteó Lila Wolyman, bibliotecaria. Adela Toresano, docente de la escuela hace más de 7 años, agregó: "La educación como acción política pedagógica es que el contenido que está escrito en un curriculum se pueda reinterpretar con los chicos, para que esté a disposición de ellos cuando intentan cambiar su realidad".
Además, en la Escuela se desarrolló la figura del operador, que son ex alumnos que trabajan articulando entre los maestros y los estudiantes. También los acompañan en asuntos que no son estrictamente escolares pero sí educativos, como por ejemplo tener el hábito de bañarse, ir al médico. Les preguntan si tienen algún problema y están en el aula acompañando a los maestros. Los operadores tienen una instancia de formación, una reunión donde trabajan sobre lo que fue pasando en la semana y los docentes les transmiten herramientas técnicas de enseñanza.
La mayoría de los chicos llega por el "boca a boca" o los trae algún compañero de ranchada, como definen a su grupo de pertenencia en la calle con quienes se juntan para procurarse comida y cuidarse. Muchas veces, cuando por su situación llegan a algún parador, a un hogar o a un instituto, la única referencia que pueden dar de algo fijo y estable es la escuela Isauro Arancibia. Llaman y preguntan si los chicos efectivamente asisten.
"Cuando uno vive en la calle no puede proyectar. Los chicos no pueden ver un futuro, viven en un eterno presente, es el aquí y el ahora; aquí y ahora tengo que salir a trabajar, aquí y ahora tengo que conseguir para comer. Además, lo que hace que los chicos vengan tiene que ver con lo afectivo, siempre hay mas posibilidades de aprender cuando se está rodeado de buenos compañeros, buenos profes, abrazos y besos", concluyó Adela Toresano.
Los docentes del Centro Educativo Isauro Arancibia saben que si se mudan dejan a todos sus alumnos, a todos esos chicos sin su lugar, sin su único lugar.
El jueves las autoridades de la escuela tendrán una audiencia de conciliación en la Asesoría Tutelar con representantes del Gobierno de la Ciudad para evitar que el edificio sea desalojado, derrumbado y se contruya en el lugar el Metrobus Paseo Colón. Aspiramos a que la Justicia entienda que una mudanza es el fin de las esperanzas de cambio para los chicos, y no una solución.
Fotos: Centro Educativo Arancibia
Verde que me faltas, verde que te has ido...Verde...que te venden... Verde. m.longarini
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