miércoles, 2 de febrero de 2011

Bajamira, típico de añosos líderes zurdos argentinos hasta el pragmatismo

Norberto Galasso respondió por última vez a Altamira.  (Allá por 1997 Norberto Galasso dictó gratuitamente en el Museo Ernesto Che Guevara una cátedra de Historia de los Malditos argentinos.

Personajes que hicieron patria e historia pero que no conocemos gracias a la Historia Oficial que se enseñó en nuestro país.       Altamira jamás pisó nuestro lugar, en los seis años que tuvimos abierto el Museo.   Pudiera haberlo hecho, pues no había bandera en la entrada,  el lugar no pertenecía a ningún partido político argentino ni extranjero.  Seis años es mucho Altamira, nos dejó solos usted, pero tampoco vamos a endosarle el fardo total, usted actuó como muchos de la izquierda argentina, negándonos, haciéndonos invisibles, despreciándonos.   Agradecemos a Norberto Galasso por habernos aceptado como eramos, como somos.    Y además hoy pensamos como él.   

 

                                                                                                                                                                                                                                               Eladio González   toto  director

 

                            Te reitero, pensalo, Altamira, es mucho lo que está en juego.

 

Te contesto, pero este será mi último mensaje, porque carece de sentido un diálogo entre sordos. Yo intenté hacerte una advertencia, llamarte a la reflexión, respetuosamente, casi fraternalmente. No te dije que objetivamente  actuabas como un agente de la CIA, ni que estabas vendido a Magneto y la Sociedad Rural. No. No lo pienso así y tampoco te lo dije. Te hablé como a un compañero al cual  uno le sugiere que proceda con sensatez -con sensatez revolucionaria, se entiende- teniendo en cuenta las experiencias de la Argentina y del Mundo así como los planteos de los grandes teóricos. Tampoco te dije: “-Dejate de joder contra el gobierno porque los vas a traer a Macri y a Duhalde al poder  y nos embromaremos todos, incluso el  Partido Obrero. Solamente, alerté, como se le aconseja a un amigo: “-Che, dejá de fumar porque te hace mal y el humo nos perjudica a todos”. Eso, solamente.  Ante esto, vos me contestaste enojado como si no tuvieras argumentos: “bajeza”, “pozo de inmundicia”, “caradurismo”, “desvergonzado embuste”, “provocador”, “encubridor”, “con histrionismo recogido de los bajos fondos”, “profunda bancarrota política”, “resignación”, “acomodamiento”, “cooptación”, “corruptela”, “cinismo político” y “vendedor de carne podrida”. ¿Qué tal?

Yo te hablé de  movimientos nacionales en América Latina, del irigoyenismo, del peronismo, de la izquierda nacional, del peligro de una nueva “Unión Democrática” como las del ‘45 y ‘55, del peligro de desestabilizar a un gobierno que no es el enemigo principal. Y vos me contestaste  hablándome de Kornilov, allá lejos en el tiempo y en el espacio. ¿Y que querías que hiciera, entonces? Me fui al café de la esquina de mi casa y le pregunté a  algunos conocidos. Nadie sabía nada de Kornilov, hasta que un parroquiano  me dijo: “-Mire, yo creo que ese tipo era el volante izquierdo del seleccionado ruso, años atrás”. (Después, en serio, vamos a hablar de  Kornilov). Pero ahora quiero insistirte en nuestro desencuentro. Yo  te escribí, por abajo, multiplicando el mensaje a través de correos electrónicos. Y fijate una cosa, yo, que según vos estoy “degradado”, “apoyando al oficialismo”,  no conseguí que mi carta la publicara ninguna revista, ni diario oficialista o semioficialista ( Ni Tiempo Argentino, ni Veintitrés, ni Página 12) y sólo fue mencionada en 6/7/8 y leída en Radio La Voz de las Madres. Seguramente me dirás que  la publicaré en Señales Populares así como vos  publicarás la tuya en  Prensa Obrera. Pero lo más interesante es que vos – tremendo izquierdista- llegaste con  tu carta cabalgando en los “pura sangre” del periodismo conservador: el 14 de noviembre último, la tribuna de doctrina mitrista, es decir,  el diario La Nación, te hizo un reportaje que empieza en tapa y ocupa luego toda la página 3, con este título: “El gobierno le teme a una oposición de izquierda” y este subtítulo: “El máximo referente del Partido Obrero habla de las responsabilidades políticas en el asesinato de Mariano Ferreyra, de los vínculos  espurios entre la policía y los ferroviarios y de la ambigua voluntad del kirchnerismo para investigar el crimen y depurar de patotas al sindicalismo”. La oligarquía te aplaude, Altamira. Esa vieja prostituta del periodismo te usa ¿comprendés? Te aplauden y te usan. Más aún, en el artículo se afirma que “el Partido  Obrero crece y hasta sus artículos son publicados en diarios como La Prensa, por ejemplo”. ¡La Prensa! ¿Qué opinaría Trotsky de semejante suceso?  Lamentablemente  se ha fundido Selecciones del Reader Digest porque si no  fuera así también podría publicarte otra catarata de elogios.

 

Te acordás de ese artículo, ¿no es cierto? Suplemento Enfoques de La Nación (14/11/2010), reportaje de Ricardo Carpena. El periodista te elogia, te elogia mucho,  Altamira, demasiado: “Altamira me pareció inteligente, agudo, profundo, con un discurso más amplio y distinto del de muchos ‘profesionales’ de la izquierda criolla. Es curioso o no, que él y otros dirigentes del  PO desfilen por tantos medios a  raíz del crimen de Mariano Ferreyra, pero no en medios oficialistas. Tiene razón en que el kirchnerismo ha ubicado intencionalmente al  PO en el extremo izquierdo de su ring. Me sorprendió cuando habló de los cambios en su agrupación con cierta dosis de autocrítica”. Esta bendición a mí me produciría insomnio, ¿qué querés que te diga? Y vos le correspondiste bien al matutino reaccionario: “-Si hay un partido que maneja los matices es el nuestro...”. Y agregaste: “-El tema principal de  hoy es mostrar otro punto: es falso que el país esté ante una alternativa Kirchner-oposición de derecha”, es decir, manifestaste justamente lo que el mitrismo le  dice a los sectores de clase media que aún creen en el periodismo independiente: no hay que votar al kirchnerismo por temor a que gane la derecha, no, hay muchas opciones progresistas.  Faltó sólo que lo  avalaras más  expresamente:  la alternativa es que siga el horrible kirchnerismo o volver al buen camino de las instituciones  de la democracia semicolonial , como antes, en los buenos tiempos del 2002 o mejor, mucho antes, de  1943.

En otra parte del reportaje, estuviste mal, muy mal, al referirte a la muerte de Néstor: “No soy psicólogo, pero si una persona sufre un golpe y ve una salida, no tiene un ataque al corazón. El ataque al corazón es porque no ve una salida”. La muerte no resulta, entonces, de un exceso de militancia por  arterias debilitadas, sino de quien se lastima a sí mismo con motivo de su impotencia política. ¿Cuántos pibes pelotudos fueron a la plaza a rendirle homenaje, no es cierto? ¿Cuántos  argentinos tarados no se dieron cuenta  que no se había jugado la vida por sus convicciones, sino  era nada más que algo así como un suicidio para no mostrar su incapacidad o su cobardía ideológica? ¿Cuánto latinoamericano imbécil se conmovió, como el comandante Chávez  o  Lula  o Evo o  Correa y tantos otros “populistas” que carecen de tu finísima capacidad psicológica para desentrañar la causa de la muerte de Néstor?

 

En fin, pero  no sólo ocurre que La  Nación  y La Prensa entienden que el PO es necesario y cumple una función que a ellos les interesa mucho, por lo cual es conveniente que crezca y  tenga más fuerza para desestabilizar al gobierno, sino que además uno de tus hombres más importantes –Ramal- participa, poco  tiempo atrás,  en un almuerzo de Mirtha Legrand  junto a otros  “izquierdistas” enemigos de Cristina, como Vilma  Ripoll y Pino Solanas. Vos habrás visto la escena y quizás  te regodeaste íntimamente,  pero sentarse a almorzar con  esa anciana que se proclama “rubia por dentro y por fuera”, que se fotografió con Astiz y se pasó la vida asustando a su público con que “se vienen los zurdos” y  presenciar como el cocinero, con su delantal blanco y su gorra, anunciaba el menú “para los  señores” y luego la camarera, también con delantal, servía respetuosamente esas comidas raras propias de  “gente bian”, ¿no te parece incompatible  con la revolución socialista? ¿No te resulta una grave inconsecuencia?

Y hay más todavía  -la frutilla del postre-: vos mismo fuiste luego a Palabras más, palabras menos y te ganaste la admiración de  Ernesto Tenembaum y éste te dedicó dos páginas enteras en Veintitrés (2/1/2011). Elogios y más elogios de quien se titula “periodista socialdemócrata” y admite  practicar “cierto cinismo” y te pone por las nubes, Altamira. A  mí, te digo, me resulta escandaloso.  Te lo digo reprimiendo palabras gruesas porque no quiero perder la línea, pero  si me ocurriese a mí –ni dios ni el diablo lo permitan para desgracia de este ateo- reflexionaría profundamente acerca del  rol que estoy jugando en este momento de la Argentina, tal cual  te lo referí en mi anterior carta.

 

 Te lo repito, ahora: estás  en un juego muy peligroso, no te  creas que te levantan por tu sapiencia. Lo hacen por  tu perseverancia en el error. Te lo digo sinceramente y no me vengas con que te envidio el reconocimiento de La Nación, La Prensa y  Tenembaum. “Si el sabio no aprueba, malo/ si el cerdo aplaude, peor” como me enseñaba mi pobrecita maestra de tercer grado que creía que  Mitre era un demócrata y seguramente nunca había oído hablar de  Mariano Fragueiro,  ni de  Osvaldo Magnasco....  ¡Y la Legrand! que es mucho más peligrosa de lo que parece porque aunque sea ignorante, como señala Luppi,  sabe adónde apunta y a quien sirve ( Y de paso: ¡Grande Federico Luppi!, y ¡Grande también Esther Goris y Florencia Peña! y ¡grande! también el Chino Navarro, que les cantaron  las cuarenta a todos estos “periodistas independientes” del pueblo y dependientes de los monopolios, como los Grondona y el estreñido Nelson Castro).  ¿Qué vas a hacer, Altamira? Cada uno conserva sus pequeños orgullos: el mío es no haber estado nunca en el programa de Grondona, ni en los almuerzos de la Legrand. Por conducta, ¿sabés? Por decisión política. . E inclusive trato de no verlos en pantalla, por razones de higiene mental. 

 

Pasando a otro tema, por si no te  diste cuenta,  aquí se está jugando el destino de la Argentina y de la América Latina toda, por muchos años y  a mí me interesan mucho los derechos de los trabajadores ferroviarios, pero no creo que la lucha de clases pase, como contradicción principal, entre el PO y Pedraza. Uno de tus compañeros me ha mandado un correo según el cual “Pedraza es el enemigo principal” y vos dedicás tres páginas de tu respuesta a aplicar el mismo criterio: “Galasso no pronuncia ... la patota de Pedraza”. No, mi viejo, ¡trampitas no!. El 22 de octubre, nuestra Corriente Política Discépolo dio una declaración que apareció en Señales Populares de noviembre  denunciando el asesinato de Ferreyra  y exigiendo “sancionar duramente  a los responsables, sin concesión alguna”. ¿O vos leés solamente Prensa Obrera? Allí dijimos también: “Cuando un movimiento nacional y popular, como el peronismo, se desbarranca por un tiempo en la degradación -como ocurrió durante el menemismo- por importante que sea la recuperación, quedan siempre elementos residuales en el sindicalismo -hoy minoritarios- en los que continúan los vicios de burocratización, corrupción y patoterismo”. Por supuesto, esto no significa que la lucha de clases en la Argentina se exprese en la antítesis  Pedraza-Partido Obrero,  lo cual es un disparate teórico. Me acuerdo de lo que contaba Jauretche: un hombre honestísimo y combativo como  Jorge del Río, especializado en la cuestión del servicio eléctrico, tenía cierta dificultad para entender plenamente al peronismo del ‘45 porque Perón -que había estatizado una franja enorme de empresas- no había expropiado a la empresa CADE. Y Jauretche le decía fraternalmente: “-Pero, la historia argentina no se puede ver a través del ojo de la cerradura de la CADE. Es mucho más amplia y compleja”. Asimismo hoy, con todo lo doloroso del episodio que provocó la muerte de Ferreyra, la lucha de clases se despliega también  de una manera más amplia y compleja: los sectores oligárquicos temen que Cristina les gane en primera vuelta y que se aplique  a fondo la Ley de Medios y la participación de los trabajadores en las  utilidades de las empresas y  hasta el control de costos por las comisiones internas de fábrica y que se una América Latina en perjuicio del imperialismo, y no encuentran el candidato con el cual engañar a los sectores medios para ir a segunda vuelta y juntarse todos contra Cristina.

 

 El país se parte, otra vez, como siempre, ahí está la cuestión, porque hay proyectos en pugna y uno de ellos favorece las condiciones para el progreso popular y el otro, no. El otro quiere volver atrás. Y  entonces yo me entusiasmo y te hablo de Evo Morales y vos lo negás a Evo que enfrenta a los reaccionarios de “La media luna”  y a los poderosos intereses externos y tus compañeros ponen un gran cartel en la puerta de la Facultad de Filosofía y Letras: “García  Linera no es persona grata porque es un traidor”. Me asombró tanto que le pregunté a una chica: -¿Qué es Evo para ustedes? -Un fascista, me contestó . ¡Pobre Trotsky! me dije, recordando aquello de Marx: “sembré leones y coseché pulgas”. Y te hablo ahora de Correa que denuncia la acción negativa, en su país, de la que llama “izquierda boba” y salto de júbilo porque Fidel está mejor de salud. Y porque el  PT continúa al frente en el Brasil y porque Chávez continúa expropiando y hablando del socialismo del siglo XXI . A vos todo eso  te parece poco, insuficiente, indigno de tu atención, inclusive  te molesta porque te hace más difícil criticar que cuando estaban los gobiernos neoliberales. 

 

Y vos venís con Pedraza y con  Kornilov. No le resto importancia a ninguna de las dos cosas que planteás, pero opino simplemente que en el primer caso los trabajadores son los que van a renovar su conducción  gremial, así como ha sucedido ya en otros gremios porque quiero suponer –ahora que decís que ustedes contemplan los matices- que comprenderás que hay distintas corrientes en la CGT actual, como también en la CTA. Con respecto a Kornilov creo que te falla el almanaque: no estamos en octubre, Altamira, ni siquiera estamos en  febrero, ni somos el partido bolchevique, ni el gobierno es  Kerensky y tampoco hoy Kornilovs a la  vista.  Si nos cuesta entender, a vos y  a  mí -seamos francos- la correlación de fuerzas, el nivel de conciencia política de los trabajadores, la posición de  los empresarios de capital nacional, el fenómeno sojero, con  el glifosato y  Monsanto atrás y las exportadoras multinacionales, si estamos saliendo de una derrota terrible y nos faltan cuadros de 40 años a 50 años porque han sido masacrados, no me vengas con  recetas de un país lejano, en un tiempo lejano, sobre el cual conocemos bastante poco como para aplicarlas a nuestras especificidades argentinas y latinoamericanas. Por otra parte, para impedir el golpe de Kornilov es evidente que los bolcheviques debieron coincidir -desde su propia perspectiva y aún tapándose las narices- con Kerensky, que no era lo mismo que  Kornilov: “No, no ha llegado el momento. Apoyad el fusil sobre el hombro de Kerensky y disparad contra Kornilov. Después, ajustaremos cuentas con  Kerensky” ( L. Trotsky; Historia de la Revolución Rusa, tomo II, p. 165, edit. Sarpe, 1985). 

 

Así también  los comunistas chinos debieron coincidir temporariamente  con la burguesía china: “Chiang Kai-Shek es un opresor de los obreros y campesinos chinos y no tenemos necesidad de que se nos lo  recuerde. Pero hoy  día está empujado, a pesar de su  mala voluntad, a hacer la guerra al imperialismo japonés, por los restos de la independencia China. Mañana puede traicionar nuevamente. Es posible. Más, más, ¡es inevitable!. Pero hoy hace la guerra: la no participación en esta guerra es cosa que sólo pueden hacerlo los cómodos, los canallas o los imbéciles completos ( León Trotsky). Proceder de otro modo es desconocer la dialéctica y convertirse -¿te suena este calificación?- en “El gran organizador de derrotas” (L. Trotsky, 1928).

 

Con respecto a la “izquierda nacional” señalás: “-Galasso aprovecha la ignorancia de su público para reivindicar un apoyo  al 17 de octubre, lo cual es cierto para el periódico Frente Obrero, pero donde no estaba Abelardo Ramos, el cual, en su revista Octubre lo caracterizó, por el contrario, como una lucha interburguesa (‘un forcejeo por el gobierno dentro de las clases poseedoras de nuestro país, dentro del cual actuó dividido el proletariado’)” (Octubre Nro. 1, noviembre  1945). Aquí incurrís en una picardía, porque la revista Octubre Número 1 estaba sepultada en el olvido hasta que la exhumé  hace casi  tres décadas en El Fip y la Izquierda nacional (CEAL, 1983) precisamente para asumir la correcta tradición de Frente Obrero, que Ramos asume luego, en  1946. Celebro que me leas y me sorprende gratamente, aunque no saques las  conclusiones correctas. Sin desconocer los méritos de Ramos en sostener y divulgar posiciones de izquierda nacional, rompí con su organización en 1971, ante ciertos desvíos que luego se fueron agravando hasta su vinculación al menemismo, razón por la cual no me hago cargo de las imputaciones que me tirás sobre la mesa. La Izquierda Nacional, iniciada con Frente Obrero, es más amplia que Ramos lo cual  –por eso que hablamos antes, de la chica de quince que termina arrugada y fulera a los noventa– no significa que olvidemos sus virtudes juveniles- en este caso,  especialmente Revolución y contrarrevolución en la Argentina (1957), de la buena época de Abelardo. . 

 

Te contesto porque soy hombre de paciencia, pero lo hago por última vez porque ya no hay posibilidad de polémica y vos mismo reconocerás que gastaste todos los improperios.

 

Te contesto, un poco de  mala gana, porque  rebajaste el nivel del cambio de ideas, probablemente porque vos tenés la táctica y la estrategia perfecta, correcta, sin la más mínima fisura y no  estás dispuesto a moverte  una línea de lo que venís haciendo desde  hace décadas aunque el resultado, según los cómputos electorales y la incidencia real sobre los trabajadores,  no ha sido muy exitosa que digamos.

 

 Y te reitero, pensalo. No te pido autocrítica de todos los errores cometidos, sino que analices  adónde nos pueden conducir hoy  errores como los tuyos y de otros como vos. Pensalo, te digo nuevamente. Mirá que si la derecha te usa una y otra vez, si seguís apareciendo –te falta Morales Solá, me parece- si seguís apareciendo mimado por los medios de comunicación oligárquicos,  aunque yo no creo en fantasmas, se te va a aparecer una noche el fantasma de  León Trotsky y te va a decir: “A mí me partieron el cerebro con un zapapicos, ¿a ustedes cómo les partieron el cerebro?”

 

Te saludo repitiendo tu consigna: ¡Juicio y castigo a todo los culpables de Mariano Ferreira! ¡Fuera las patotas de los ferrocarriles y de los sindicatos en los cuales aún subsistan!. Y agrego otra: ¡Por el triunfo de Cristina Kirchner en primera vuelta, que abre el camino hacia la profundización de un proceso de cambio a favor de la unificación latinoamericana y el avance de la clase trabajadora!

                                                                                 

                                                                                                                                                                                                                 Norberto Galasso.