miércoles, 2 de febrero de 2011

Plaguicida mata niños Argentina

Remitente: Antonio Elio Brailovsky <antoniobrailovsky@gmail.com>
Fecha: Martes, 30 de Noviembre de 2010, Asunto: ¿Qué plaguicidas estamos
usando?
 

Queridos amigos:

Hace pocas semanas, en la provincia argentina de Buenos Aires, murió un
operario que trabajaba con plaguicidas, de un cáncer aparentemente
provocado por esas sustancias químicas, que aplicaba sin ninguna clase de
protección ni entrenamiento.

Se llamaba Ezequiel Ferreyra, tenía 6 años y desde los 4 años se
desempeñaba como esclavo en un establecimiento de cría de aves.

Recordemos que la Convención Internacional de los Derechos del Niño
califica como esclavitud cuando se emplean menores en tareas nocturnas,
peligrosas o insalubres. Sabemos lo que hacía Ezequiel Ferreyra en ese
establecimiento porque él mismo lo contó en un video grabado cuando tenía 4
años: ponía líquidos para matar las moscas.

No he podido saber de qué sustancias se trataba, pero de los efectos
cancerígenos podemos deducir que tal vez haya sido uno de dos peligrosos
insecticidas clorados, aún de uso legal en Argentina. Pudo haber sido:


El DDVP (Vapona) prohibido en Estados Unidos para usos domiciliarios. Es
el que emplean en nuestras casas los empleados de las empresas
fumigadoras que matan cucarachas, o

El Endosulfán, un insecticida de uso agrario, tan rechazado que la propia
empresa productora (Bayer) anunció su inminente retiro del mercado.


O, por supuesto, cualquier sustancia de las de venta ilegal, que circulan
sin suficientes controles.

Estamos ante un crimen, sin duda, pero sería un error atenernos
exclusivamente a sus aspectos policiales y de impunidad institucional.

Hay además, una cuestión de cómo se entienden la economía y la sociedad.

En muchos países, la reacción frente al modelo neoliberal (que siempre
estaba dispuesto a "enfriar" la economía recortando salarios) fue un
productivismo sin control alguno. Muchos empresarios y políticos del Tercer
Mundo admiran el modelo chino, que restauró el capitalismo sin establecer
las normas de protección ambiental y social del capitalismo desarrollado.

Hay que producir y producir, crear riqueza y fuentes de trabajo, sin que
importen las consecuencias, tal como se hacía en la Inglaterra que comenzó
a usar las máquinas de vapor en el siglo XVIII.

El resultado se parece mucho a lo que los militares llaman "daños
colaterales" cuando bombardean una población civil. El modelo productivista
causa víctimas y es necesaria una acción ciudadana para reducirlas.

Por eso me parece importante la reciente recomendación de la Defensoría del
Pueblo de la Nación, a cargo del Dr. Anselmo Sella, hecha a propuesta del
Ing. Claudio Lowy, de revisar los criterios de aprobación de agroquímicos.

En cualquiera de estas sustancias, actualmente sólo se tiene en cuenta el
daño que puedan provocar en el momento de su aplicación y no las
consecuencias del largo plazo. Es decir, se verifica si envenena en forma
instantánea, pero no si causa cáncer, por ejemplo. La recomendación pide
que la rotulación de las sustancias contemple "todos los daños a la salud"
que puedan ocasionar.

Sella, pidió al ministro de Agricultura que los estudios sobre los que se
basan las clasificaciones de los agroquímicos "sean realizados por
entidades de acreditada y reconocida independencia de criterio", ya que
habitualmente se dan por válidas las presentaciones de las propias empresas
fabricantes.

Las presentaciones realizadas en la Defensoría resaltaron que los
agroquímicos provocaron "mayores porcentajes de niños nacidos con
malformaciones congénitas y abortos espontáneos asociados a las
aplicaciones de agroquímicos", especialmente, en las provincias de Misiones
y Chaco. Además, causaría "la degradación de la capacidad productiva del
suelo, contaminación del aire y envenenamiento de los cursos de agua, en
zonas tabacaleras y arroceras".

La aplicación aérea de agroquímicos es "una práctica que, por estar los
cultivos tan cercanos a los barrios y a las rutas, afecta a los vecinos y
viajantes", agregó Sella.

A modo de ejemplo, la Defensoría del Pueblo mencionó un informe oficial
elaborado en Chaco que señaló "que los casos de cáncer en niños menores de
10 años se triplicaron en la última década", y que el incremento coincide
con prácticas y técnicas de cultivo que incluyen "pulverizaciones aéreas
con pesticidas".

Los detalles se refieren a la Argentina, pero es probable que la situación
sea muy semejante en los demás países latinoamericanos.

En esta entrega ustedes reciben:


La resolución de la Defensoría del Pueblo que pide un mayor control de
los plaguicidas. La pueden bajar de esta dirección:



http://ambienteacademico.com.ar/imgmails/Defensor%20del%20Pueblo.doc



El recordatorio de mi libro "Historia Ecológica de Iberoamérica".

La obra de arte que acompaña esta entrega es una miniatura árabe del
siglo XIII que muestra un mercado de esclavos en Yemen. Ni la Biblia ni
el Corán condenan la esclavitud. Sólo lo hacen las Repúblicas modernas,
pero sin atreverse a llevar estos principios a la práctica.

Hay servidores de correo electrónico como yahoo o gmail que pueden
impedir que el usuario vea las imágenes que recibe. Por eso les doy el
link para buscarlas:



La miniatura árabe está en:

http://ambienteacademico.com.ar/imgmails/mercadode%20esclavos.jpg

Y el recordatorio de mi libro, con los datos del editor, está en: 

http://ambienteacademico.com.ar/imgmails/Iberoamerica%20editor.jpg


Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky


Mercado de esclavos en Yemen, miniatura del siglo XIII. 


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