miércoles, 19 de marzo de 2008

Pequeño mentiroso el diccionario Larousse editado en Argentina, Salvador Allende, Pinochet, Omar Torrijos, Videla, Granada, Jaime Roldós, magnicidios


DIATRIBA CONTRA UN DICCIONARIO


Si usted consulta el pequeño larousse editado en Argentina, este reza en Allende Salvador: “Allende se suicida el once de septiembre de 1973”. Si usted ha tenido referencias de un tal pinochet, que ha pasado a ser sinónimo de pinocheto, es decir, asesino, torturador, verdugo, etc., chileno para más señas (vergüenza horrible para tantas y tantos chilenos), católico y cristiano, confesado y comulgado en cada misa de domingo por el obispo de Santiago, íntimo de somoza (quien descendió a los infiernos por el milagro de la dinamita), íntimo de la cía, de la dea de la oea y de los generalotes videla, viola, galtieri y bignone, quienes se alternaron el poder en Argentina desde 1971 hasta 1983 y desaparecieron con la tortura y las armas a miles de argentinos, uruguayos, paraguayos, bolivianos, obreros, estudiantes, artistas y hasta familiares suyos… decía, si ha tenido estas referencias, deténgase un momento a pensar en lo que dice el tal diccionario larousse…

Y si usted, por ser una persona joven, no sabe o no entiende lo que pasó en Chile y le cree al diccionario larousse, créale entonces también a la biblia, que nos habla de un ingenuo primer hombre llamado Adán y de una perversísima mujer llamada Eva; créale a la patasola, al patas, o en últimas créale al fondo monetario internacional y sus programas impuestos en nuestros pobres tristes países…

Pero si lo que usted quiere saber es por qué Salvador Allende murió valientemente con su metralleta bien ajustada enfrentándose hasta último momento a esa piara de cerdos de dos patas, y que antes de caer, él cayó a muchos enemigos…

Si quiere saber por qué Omar Torrijos, responsable de que el Canal de Panamá fuera de los panameños en el año dos mil, estalló en un avión en pleno vuelo y ofrendó sus pavesas en el mar de América Caribe, sin la intervención del espíritu santo pero sí de la cía…

Si quiere saber por qué Bishop, ese negro grande y bello, creyente y defensor fervoroso de los derechos humanos y Presidente de la isla Estado de Granada, se levantó una madrugada invadido hasta en su cama por los marines norteamericanos, y quedó ahí asesinado junto a sus mejores hombres y mujeres…

Si a usted, por simple curiosidad se le ocurre indagar por qué Jaime Roldós, Presidente de Ecuador, fue también volado con explosivos en 1982 en un avión en pleno vuelo, aquí también sin la intervención del espíritu santo pero sí con el silencio anuente de la iglesia católica apostólica y polaca… Si la curiosidad carcome su cerebro, no se le ocurra creerle a cualquier larousse o cosa que se le parezca…

Si usted, joven rap-tecno-metal-internet, hijo mío, adolescente inmerso en las propagandas, afiebrado a las hamburguesas y a las gaseosas, si usted no quiere escuchar nuestras voces que no son tan viejas pero que algo saben, invoque entonces a los muertos y desaparecidos para que ellos lo confundan y lo aterroricen con tantas atrocidades; abra, así sea poéticamente, las entrañas de esta tierra latinoamericana para que huela lo que es el horror, aprenda a leer entre líneas y a reconocer los larousses que pululan en cualquier parte y hasta en las bibliotecas de nuestras casas. Pero no me venga con el cuento de que Salvador Allende se suicidó una tarde de septiembre… a otro idiota con ese larousse, hijo mío, joven rap-tecno-metal-internet.

Hernán Vargascarreño

Del libro País íntimo, Ediciones Exilio, Colombia, 2006