miércoles, 19 de marzo de 2008

Uruguay daños colaterales, multinacionales envenenarán a Uruguay y a Argentina también. Viva Tabaré

Uruguay
Daños Colaterales
El avance sostenido de las multinacionales y sus socios locales, apoyados en las políticas de Estado del gobierno progresista del Dr. Vázquez,

va dibujando un mapa de Uruguay con muchos damnificados y con muchos proyectos para el futuro inmediato que traerá consigo nuevas víctimas.

Botnia y las pasteras que vienen, Ence, Stora Enzo y probablemente una portuguesa en Rocha, acelerarán el fin del publicitado Uruguay Natural que desde la mayoría de los grupos ecologistas y de vecinos organizados para resistir estos avances, se anuncia con abundantes argumentos y documentación.

Pero la transformación de ecosistemas se viene dando desde un cuarto de siglo antes que se instalara la cabecera de playa de Fray Bentos, con la implementación de monocultivos de eucaliptos y pinos y se acentúa con la necesidad de estas plantas de del desarrollo de otras industrias altamente contaminantes o basureros para residuos tóxicos.

En la medida que los chacreros de zonas lindantes a monocultivos de palos o a las futuras industrias conexas se organizan en forma autónoma, se juntan

y coordinan acciones, producen un rico intercambio de experiencias, en algunos casos casi calcadas, que desnudan la magnitud del proyecto de país en marcha.

A los palos
El eje Rivera-Tacuarembó fue el primero en ser forestado, hace un cuarto de siglo. En una reunión realizada en la ciudad de Tacuarembó, en el mes

de diciembre, varios chacreros de la zona dieron cuenta de los padecimientos que sufren. Allí tuvimos oportunidad de entrevistar a Gonzalo Abella,

docente, historiador y recopilador de historias orales que transita la región desde hace años.

Abella resumió los testimonios vertidos en esa jornada, "Antes incluso de que empiece a escasear el agua y que la gente se tenga que ir, empiezan a

llegar las plagas. Es decir el monocultivo forestal en grandes extensiones genera un corredor natural, por ejemplo para el chancho jabalí. Al chancho

jabalí lo trajeron gente muy rica que tenía estancia, a los efectos de tener experiencias de caza mayor cuando se estaba agotando el puma.

El chancho se adaptó al sistema y vivió refugiado en los montes en pequeñas poblaciones. Pero el gran problema es que el monocultivo

forestal, las inmensas, inmensas extensiones, no son un lugar de vida porque no hay comida, son lugares de refugio, es madriguera.

Por lo tanto el chancho que se vuelve mucho más omnívoro, mucho más agresivo, mucho menos herbívoro, empieza a comer gallinas y

corderitos. Eso genera una plaga que en este momento la gente que convive cerca de la forestación sabe que la mitad de sus corderitos

mueren por el chancho jabalí. El otro elemento son las cotorras, que eran parte del ecosistema y en los árboles del monte nativo nuestro, que son

bajos, tenían enemigos naturales. Cuando hacen sus nidos en la parte más alta de estos palos, pasan a dejar de tener enemigos naturales. Por lo tanto

generan una destrucción de las cosechas impresionante. A eso se suma el fenómeno de la víboras venenosas, de las yarará. La yarará es bicho serrano,

sus enemigos naturales, las culebras, son bichos de pantano. Si se deseca el agua, la base del monocultivo opera como sierra.

Por lo tanto la yarará se reproduce, la crucera también y salen a comer gallinas, a comer pollitos y a morder niños".

Los eucaliptos en Uruguay consumen el doble del agua que llueve, así que más tarde o más temprano este elemento desaparece y sobrevienen los problemas más conocidos. El que no mal vende se queda en sus campos agonizantes. El ejemplo quizá más extremo es el de los vecinos de Mercedes, a 30 Km. de

Fray Bentos, donde varias familias de chacreros reciben un camión cisterna con agua semanalmente, agua que muchas veces es insuficiente para poder

bañar a sus niños y llevarlos a la atención médica periódica.

Industria Sulfúrica S.A.
Las necesidades de las pasteras multiplican exponencialmente el consumo de los uruguayos, de ciertos productos químicos como el ácido sulfúrico.

Así es que ISUSA (Industria Sulfúrica S.A.) necesita ampliar su producción. Ya no alcanza con la vieja fábrica de San José, intentan en Colonia pero son expulsados por "contaminación visual a un hotel de cinco estrellas" y aterrizan en Colonia Agraciada, Soriano. Allí han iniciado, desde hace un año y medio,

la construcción de su nueva planta industrial. Carlos Vicco, productor lechero de la zona resume el impacto y la reacción de los vecinos a la planta:

"Las plantas de ácido sulfúrico son plantas altamente contaminantes. Tengo entendido que son plantas que procesan azufre con otros catalizadores y al ser de absorción simple no tienen un filtro extra en las chimeneas y entonces se va cierta cantidad de azufre, va al aire, a la atmósfera y baja en forma de lluvia ácida.

El ácido sulfúrico no es degradable y eso hace que todo alrededor se vea perjudicado. Van a contaminar las napas, porque se contaminan las napas superiores y el efluente, que esta empresa vino diciendo que es efluente cero y sabemos que no lo es, pero la mentira la dijo y hay gente que la creyó...va a ir al arroyo Sauce, que es afluente del río Uruguay".

En la medida que los vecinos de la planta fueron informándose y comprendiendo los resultados que producirá la fábrica, comenzaron a organizarse para resistir la instalación.

"...cuando caímos y pusimos los pies en el suelo nos dimos cuenta que estábamos con un gran problema a futuro. Ahí empezamos la lucha nuestra.

En definitiva lo único que hicimos fue conversar con cuanto político nos recibió, todos nos recibieron muy bien y con mucho apoyo en el momento...pero después nada. En definitiva no logramos nada. Nosotros hicimos un corte de ruta, de caminos, ahí en la zona.

Nos sacaron con la justicia que se encargó de intentar procesarnos a mi y dos personas más". Agregó Vicco.

Hoy ISUSA está en la etapa de hormigonado, rodeada de una zona agrícola, ganadera y apícola por excelencia y la justicia continúa siendo una herramienta válida para frenar las protestas.

Mega Basurero
Graciela y Antonio tienen una pequeña chacra a 40 Km. al este de Montevideo, en la zona de Cañada Grande, próxima a Empalme Olmos.

Las palabras brotan alternativamente o a dúo; "Queremos denunciar un megabasurero industrial que se va a instalar en esa zona agropecuaria, agrícola.

Es una zona en la que viven 1.500 personas, donde el 90% de los productores son propietarios de la tierra y el promedio de edad son treinta y seis años.

Es gente muy joven para el Uruguay de hoy, que es un país envejecido. Gente joven viviendo y produciendo en el campo. En ese lugar el gobierno piensa colocar el megabasurero industrial".

La directora de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), Alicia Torres, ya les ha confirmado que ese es el lugar elegido para el

emplazamiento de un basurero para residuos industriales que tendrá 455 hectáreas. Ante la solicitud de un grupo de vecinos de que lo corriera unos Km. más al este, a Montes y Migues, una zona ya forestada, la respuesta de Torres fue: "el basurero no se corre ni un centímetro para adelante ni un centímetro

para atrás"

Para ejemplificar la toxicidad del enterradero, Antonio explica: "...la directora de la DINAMA, públicamente dijo que cuando se instale ese basurero,

las tres escuelas rurales que están en la zona se van a cerrar". Cabe señalar que la instalación de otros proyectos contaminantes, como Botnia, por ejemplo,

no derivó en el cierre y traslado de escuelas, lo cual arroja un grado de alarma sobre este proyecto mucho más alto aún.

Allí irán a parar los residuos producidos por Botnia y las pasteras que vengan, así como la basura industrial llegada del primer mundo en contenedores y

que según denuncias públicas ya está en el puerto de Montevideo.

"Hay criaderos de pollos, criaderos de cerdos, tambos, árboles frutales.y eso se va a terminar" dice Graciela mientras gira el fajo de volantes en sus manos. Los principales destinatarios de esos productos son los cercanos montevideanos.

Antonio entiende que el objetivo es despojar de esas tierras a sus propietarios y convertirlas en plantaciones de palos, pero también cree que hay otra razón para esta decisión: "...es el mensaje que da el gobierno a las multinacionales y al FMI y es decirle -muchachos; vengan al Uruguay, acá le pudimos poner

en plena zona metropolitana un basurero de 455 hectáreas. Pueden venir a invertir en forestación o en plantas de envenenamiento porque la gente no

va a reaccionar-"

Al margen de las decisiones del gobierno progresista, en la zona ya hay grupos de vecinos organizados para el seguimiento del megabasurero y otros grupos autoconvocados para resistirlo.

Estos además comienzan a articular con otras organizaciones de despojados, o en vías de serlo. En el extremo oeste de la república, Carlos Vicco no oculta

una sonrisa cuando considera que "cada vez son más los uruguayos que van tomando conciencia de los problemas que traen estas industrias, así como

los monocultivos forestales o de soja".

La pulseada está tomando forma y en la medida que se desfronteriza Botnia, se suman otros actores para un accionar regional. La Asamblea Regional,

que va por su tercer encuentro, también es una muestra de la búsqueda de medidas comunes entre aquellos que sufren los daños.


Daniel Giovannini - La Colectiva


Audios en www.lacolectiva.com.ar